Padre ‘nuestro’
¿Por qué invocamos a Dios como ‘nuestro’ Padre? ¿Qué implica lo de ‘nuestro’? Cuando decimos estas dos palabras, ‘Padre nuestro’, nos referimos a dos relaciones. Antes de ser elegido Papa, el Cardenal Joseph Ratzinger resumió ambas relaciones al escribir, ‘La paternidad de Dios le da a la hermandad de cristianos su base firme.’ i La primera relación es que somos hermanos y hermanas. Esto se expresa con la palabra ‘nuestro’. La segunda, expresada en ‘Padre’, es que somos hijos e hijas. En el Bautismo, entramos a esta vida de la Santísima Trinidad. El Catecismo de la Iglesia Católica declara, ‘No hay más que un solo Dios y es reconocido Padre por aquéllos que, por la fe en su Hijo único, han renacido de Él por el agua y por el Espíritu.’ ii Por el poder del Espíritu Santo y por medio del Bautismo, volvemos a nacer como hermanos y hermanas de Jesús e hijos e hijas del Padre.
La oración de intercesión y la catequesis
La oración de intercesión es importante en la catequesis porque es una oración de caridad en comunión con Cristo. Los israelitas hacían oración de petición para experimentar la presencia de Dios. “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente: ¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios?” i Esta oración de los israelitas se cumple en Jesucristo, “único intercesor ante el Padre en favor de todos los hombres” ii. La comunidad cristiana primitiva vivía esta unión en la caridad “al participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones” iii. Los santos, en comunión con Cristo, también oran e interceden por nosotros ya que este amor y preocupación por todos en el cuerpo de Cristo no cesa después de la muerte. Los santos y las santas son “una verdadera nube de testigos” iv quienes “están más íntimamente unidos con Cristo… y [n]o dejan de interceder por nosotros ante el Padre” v.
Esta oración de petición nos lleva a orar como lo hacía Jesús.vi Jesucristo es nuestro mediador; por lo tanto, podemos interceder a favor de los demás y pedirles a los demás que oren e intercedan por nosotros. Es por esto que es tan importante incluir la oración de intercesión cuando catequizamos. La oración de intercesión señala a nuestra celebración eucarística en la Oración de los Fieles y en la Plegaría Eucarística, “Reunidos en comunión con toda la Iglesia, veneramos la memoria ante todo, de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, Nuestro Dios y Señor; la de su esposo, San José; la de los santos apóstoles y mártires… y todos los santos; por sus méritos y oraciones, concédenos en todo tu protección” vii.
En nuestras sesiones de catequesis presentamos la intercesión al animar a los niños a que hagan oración vocal. Los niños expresan de buena gana sus oraciones a Dios. Podemos enseñarles a los niños que cuando oran por los demás, esto es un acto de la caridad.
Hay muchas maneras por las cuales podemos cultivar la oración de intercesión en el salón de clases.
Sacred Signs: Kneeling
This liturgical meditation is taken from Romano Guardini's book, Sacred Signs.
How does a man hold himself when he is proud? He stands up straight, lifts his head and spreads out his shoulders and makes the most of himself. Everything about him says ‘I am bigger and greater than you!’ But if a man is humble and ‘feels small,’ he bends his head and, as it were, sinks into himself. He ‘lowers himself.’ And the greater the person before whom he stands, the more does he lower himself, and the smaller he feels in his own eyes.
And when do we feel more clearly our littleness than when we stand before God, the great God, who is the same yesterday as today, the same through all the centuries and thousands of years? It is He Who fills this room, this city and the whole wide world; Who stretches far beyond all the starry heaven, and before Whom it is all but a speck of dust. The holy God, pure and just, and of endless greatness. How great He is – and how little I am! So little, that I cannot measure myself against Him; that before Him I am a mere nothing. It stands to reason that I cannot be proud before Him. I truly feel small and could wish to make myself even smaller, so that it may be more in keeping with His presence.
La gracia transformante en el corazón del catequista, 1ª Parte
En el mes de julio, el Fr. Cash se dirigió a un grupo de 300 líderes catequéticos en la Conferencia San Juan Bosco en Steubenville, Ohio. Este artículo está basado sobre esa plática.
El Papa Benedicto XVI, en su homilía con ocasión de la apertura de este gran año santo en honor de San Pablo, dijo que lo primero que buscamos en San Pablo en este año jubilar es la esperanza. Citando su Carta a los Gálatas, el Papa Benedicto dijo:
‘“Vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Ga 2, 20). Todo lo que hace san Pablo parte de este centro. Su fe es la experiencia de ser amado por Jesucristo de un modo totalmente personal; es la conciencia de que Cristo no afrontó la muerte por algo anónimo, sino por amor a él -a san Pablo-, y que, como Resucitado, lo sigue amando, es decir, que Cristo se entregó por él.’
El gran Rabí, Saulo, camino a Damasco para matar a los cristianos, tiene una experiencia increíble: lo tumban de su gran caballo. Es humillado, luego levantado. Jesús le habla, ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?’ Saulo responde, ‘No sé quién eres; no te conozco.
¿Quién eres?’ Luego Nuestro Señor dice, ‘Soy Jesús de Nazaret.’
Ahora la vida entera de Pablo fue profundamente transformada por ese encuentro con el glorioso, resucitado, hermoso Jesucristo. Nada de lo demás quedó igual. Todo lo que había sido grande e importante para él, sus logros académicos, todas sus pertenencias, su importancia en la comunidad, todo eso es basura ahora en comparación con el conocimiento maravilloso de Jesucristo, un conocimiento que supera todo lo demás.
San Pablo y la gracia de sufrimiento
San Paul nos puede ayudar a comprender cómo sufrimiento puede ser una gracia.
¿Dos preguntas han plagado las mentes de cristianos y no cristianos semejantes: por qué sufre allí? ¿Por qué permite Dios sufrimiento? En S. Las escrituras de Paul que encontramos penetraciones profundas en el significado de sufrimiento. Papa John Paul II explica por qué el S. Paul escribe tanto en sufrimiento: ‘El apóstol comparte su propio descubrimiento y rejoices en ello a causa de todo ésos quien lo puede ayudar – así como lo ayudó – comprender el salvific que significa de sufrimiento’ (Salvifici Doloris, 1).
Signos Sagrados: La Señal de la Cruz
En 1927, el gran teólogo Romano Guardini redactó su introducción a una breve serie de meditaciones que compiló bajo el título, Signos Sagrados. Explicó que los “capitulitos de este libro […] tienen por objeto ayudar al esclarecimiento del mundo de la Liturgia.” No se proponen para la catequesis en el sentido común; no son explicaciones del significado de los signos utilizados en la Liturgia, ni son descripciones de cómo llegaron a usarse en la Liturgia. Sus “pequeños ensayos” son más bien un auxilio sencillo para ayudarnos a “descubrir en la forma corpórea el fondo, en el cuerpo el alma, en el suceso terreno la virtud sagrada oculta.” Estos son los signos vivientes, los objetos y acciones por los cuales podemos empezar a comprender la gracia invisible que obra en la Liturgia. “La Liturgia es un mundo de realidades santas y misteriosas, representadas en forma sensible; tiene carácter sacramental.”
Esto, dice Guardini, “sí que es […] educación litúrgica” – proporcionar una “visión viviente” de lo sagrado en y por medio de estos signos. “La contemplación y la acción […] son las dos columnas”, afirma el autor, “en que más acertadamente descansa el edificio” de la enseñanza. Después, podemos iluminar mediante clara doctrina y acompañar nuestras explicaciones con una perspectiva histórica. Pero ante todo, intentemos proporcionar algo de la visión de lo sagrado.
Las entradas de este breve libro nos dicen lo que quiere decir: ‘Las manos’, ‘Arrodillarse’, ‘Caminar’, ‘Estar de pie’, ‘Dar golpes de pecho’ – acciones sencillas y básicas que acompañan a toda la Liturgia. Luego expone sobre los objetos que vemos alrededor nuestro – ‘Los escalones’, ‘Las puertas’, ‘Las velas’, y así sucesivamente. El Sembrador presentará una selección de este libro hermoso e irresistible en nuestros próximos números, como material de apoyo para los catequistas en su educación litúrgica y catequesis, con el doble anhelo de inspirar y de informar.
Catequesis sobre la Señal de la Cruz
¿Cómo se catequiza sobre la Señal de la Cruz? Estos puntos pueden ayudarnos a ver la riqueza de una catequesis litúrgica que trate de las palabras y del gesto corporal.
Catechesis on the Sign of the Cross
How do we catechise on the Sign of the Cross? These points may help us to see the richness of a liturgical catechesis on the words and on the bodily gesture.
For example:
Express our baptismal birthright
Proclaim the promise of Christ
Present saving doctrine
Act as a fourfold prayer
Are an expression of the primacy of grace and of our personal response
Sacred Signs: Holy Water
Full of Mystery
Water is full of mystery. Quite clear and simple – chaste, as St Francis calls it. Quite unpretentious, as if it would signify nothing in itself. Selfless, we might say: only there to serve others, to cleanse and to refresh.
Helping People to Pray the Rosary
There is only one rule in prayer, and that is ‘pray as you can and not as you can’t’. Some people like to use the rosary as vocal prayer, others for intellectual meditation, others in contemplation, and yet others with a sort of amalgam of all three. And all are correct - if we offer people any particular way of praying we must be ready to reassure them that they are perfectly free to explore other ways if they find ours not to their taste.