Idiomas

Franciscan at Home

Enseñanza en línea a tu alcance

La santidad vivida en la familia

¿Siquiera es posible la santidad hoy en día?

Antes de que nos casáramos, mi esposo, Curtis, y yo cada uno por su parte nos habíamos encontrado con nuestro Señor a través de unas conversiones profundas y ambos ya éramos muy comprometidos con seguir a la voluntad de Dios en nuestra vida matrimonial. Dios nos invitó a vivir nuestra fe en la arena pública a través de la pastoral universitaria donde estudiábamos, The Fellowship of Catholic University Students (La Confraternidad de Estudiantes Universitarios Católicos) (FOCUS), y de manera más íntima en nuestro propio hogar. Curtis y yo hemos estado casados desde hace más de treinta años y bendecidos con nueve hijos y cinco nietos. Dos de nuestros hijos tienen necesidades especiales: uno de nuestros hijos tiene autismo y otro tiene el Síndrome de Down. El esforzarnos por vivir nuestra fe con júbilo no siempre ha sido fácil, pero Dios sigue dándonos la gracia que necesitamos cada día para vivir según Su voluntad. A veces me desanimo y clamo a Dios preguntando si la santidad es siquiera posible. Luego me viene a la mente la Palabra de Dios, y creo que Él sigue hablando estas palabras a cada uno de nosotros en la actualidad:

“Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. … Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.” (Juan 15,1-5.7)

Cuando forcejamos con la pregunta de la santidad real vivida por personas ordinarias, Jesús siempre nos enseña el camino. En este pasaje, Él nos invita a permanecer en Él. Si permanecemos en Jesús, entonces daremos mucho fruto en nuestra vida y alcanzaremos la santidad. Jesús nos está diciendo que necesitamos permanecer cerca de Él si queremos ser santos en esta vida. Esto es en verdad bastante sencillo. Necesitamos conocer a Jesús, encontrarlo en la Palabra, en la oración, y en los sacramentos. Yo creo que las personas que han encontrado a Jesús personalmente, que lo han hecho el centro de su vida, y están viviendo una vida de acompañamiento con Jesús, tendrán un deseo profundo de compartir a Jesús con todos los que estén en su vida.

Jesús nos está invitando a cada uno a un encuentro más profundo, nos está pidiendo que vivamos en una relación íntima con Él para compartir con los demás esta Fe transformadora de vida. Como padres de familia, nuestra primera responsabilidad es para con nuestros hijos. Cuando aceptamos esta invitación y su gracia, aceptamos la invitación de San Pablo, “Por lo tanto, hermanos, yo los exhorto por la misericordia de Dios a ofrecerse ustedes mismos como una víctima viva, santa y agradable a Dios: éste es el culto espiritual que deben ofrecer. No tomen como modelo a este mundo. Por el contrario, transfórmense interiormente renovando su mentalidad, a fin de que puedan discernir cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto.” (Rm 12,1-2).

The rest of this online article is available for current Guild members.

Join the Guild today!

Michaelann Martin is blissfully married to Curtis Martin, the founder and CEO of The Fellowship of Catholic University Students, FOCUS, where Michaelann serves as the Director of Women’s Formation. They have nine children and five grandchildren so far and currently live in Denver, Colorado. 

 

This article is from The Catechetical Review (Online Edition ISSN 2379-6324) and may be copied for catechetical purposes only. It may not be reprinted in another published work without the permission of The Catechetical Review by contacting [email protected]

Categorized Under
Issue: 

Articles from the Most Recent Issue

Editor's Reflections— The Eucharistic Congress and the Missionary Year

Catholics in the United States have a long history of hosting both national and international Eucharistic congresses. The first of these was in Washington, DC, in 1895, and the last was in Philadelphia in 1976. If your ancestors were Catholic and lived in North America, they may have participated in one of these congresses—in St. Louis (1901), or New York... Read more

Missionary Worship

There is an interesting phenomenon that occurs in nearly every culture across history: man ritualizes worship. All over the world the similarities are astounding—animal sacrifices, burnt offerings, gifts of grain, the joy of ecstatic praise. It points to a universal sense within man that not only recognizes that there is a God but also knows that man is called to... Read more

Ask, Seek, Knock: The Pitfalls and Potential of Catholic Door-to-Door Evangelization

“He’s just too small,” sobbed a woman we had just met. It was a sunny summer day, and the pastor, transitional deacon, and I were out knocking on doors within our parish boundaries. This woman’s door was within eyesight of the rectory, and it happened to be the first one we had visited. The conversation had started off just as... Read more
Diseñado & Desarrollado por On Fire Media, Inc.