‘En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén’
¿Cómo se catequiza sobre la Señal de la Cruz? Estos puntos pueden ayudarnos a ver la riqueza de una catequesis litúrgica que trate de las palabras y del gesto corporal.
Las palabras:
- Expresan nuestro legado bautismal: “Los cristianos son bautizados ‘en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo’” (CIC 232). Esta es una oración radicalmente única: es la oración de un cristiano bautizado a quien se le ha otorgado ser hijo adoptivo en el Hijo de Dios, Jesucristo, y con esto viene el don de poder hablar en el Nombre propio de Dios. Es el ‘legado’ de los bautizados en Cristo.
- Proclaman la promesa de Cristo: Antes del Bautismo, “la Señal de la Cruz, […] señala la impronta de Cristo sobre él que le va a pertenecer y significa la gracia de la redención que Cristo nos ha adquirido por su Cruz.” (CIC 1235).
- Doctrina de salvación actual: Las palabras proclaman nuestra fe en el Nombre Único del Dios Único, quien es una Trinidad de tres Persona , Dios Padre, Hijo e Espíritu Santo. “El Misterio de la Santísima Trinidad es el Misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el Misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina.” (CIC 234)
- Actúan como oración en cuatro partes: Las palabras recitadas en conjunto con el gesto, son una oración de proclamación de nuestra fe, una oración de acción de gracias y de alabanza al Dios quien nos ha adoptado como sus hijos, en su Hijo, una oración de protección contra todo lo pueda intentar alejarnos de Él, y una oración de petición de la luz verdadera que nos ilumina.
- Son una expresión de la primacía de la gracia y de nuestra respuesta personal: Amén significa ‘así sea’, ‘esto es cierto’; es un ‘sí’ a esta verdad, a Dios, a su voluntad, su plan amoroso, ‘Hágase en mí según tu palabra’, ‘fiat’. La palabra está en arameo, la lengua materna del mismo Jesús. Es la respuesta libre de cada persona y la ratificación personal de la oración. (Cf. CIC 2856, 2865)
El gesto corporal dela cruz
- Atestigua de la fe con cuerpo y alma: El gesto corporal al hacer la Señal de la Cruz involucra al cuerpo en el acto de proclamación de la fe.
- Testigos de la fe: El signo de una cruz, representando la Cruz de Cristo, recuerda visiblemente, tanto para nosotros mismos como para los que están alrededor nuestro, su Víctima Salvador, Jesucristo, y su Misterio Pascual (Pasión, Muerte y Resurrección).
- Es un acto de proclamación de la fe: Con esta señal, se pasa la mano desde un lado al otro del cuerpo, marcando la cruz en sí mismo, colocándose bajo la Cruz de Cristo, reclamando la Cruz de Cristo y su victoria sobre el pecado para sí mismo y para su propio cuerpo y su participación en el pecado.
- Nos permite entrar en la fe: Con la Señal de la Cruz aceptamos, en Cristo, participar de Su sufrimiento por nuestra causa y la del mundo. En Cristo hemos sido elegidos, y hemos elegido, sufrir y morir con Él para que podamos volvernos a levantar con Él.
Para la catequesis sobre la Señal de la Cruz que acompaña a los sacramentales
Tales comoel agua bendita, una bendición, ó el uso de objetos benditos (imágenessagradas, rosarios, etc.) podemos agregar los siguientes puntos:
- Los sacramentales son signos sagrados que imitan de alguna manera a los sacramentos. (Cf. CIC 1667)
- “Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos”. (CIC 1667)
- “Por la oración de la Iglesia, [nos] preparan para recibir la gracia y disponen a cooperar con ella”. (CIC 1670)
- Todos los sacramentales reciben su poder del Misterio Pascual de la Pasión, Muerte, y Resurrección de Cristo. (Cf. CIC 1670)
Para la catequesis sobre la Señal de la Cruz en la liturgia podemos agregar:
5. La Liturgia confiere a los signos “la dignidad de signos de la gracia”. (CIC 1149
6. “Insertos en el mundo de la fe y asumidos por la fuerza del Espíritu Santo…estos gestos del recuerdo de Dios se hacen portadores de la acción salvífica y santificadora de Cristo.” (CIC 1189)
7. Cada sacramento comienza con la Señal de la Cruz. Cada evento litúrgico comienza con la Señal de la Cruz (por ejemplo, la Oración de la Iglesia, la Bendición, los funerales).
8. En la Liturgia, existe una armonía en los “signos de la celebración para que el misterio celebrado se grabe en la memoria del corazón y se exprese luego en la vida nueva de los fieles.” (CIC 1162).
En resumen:
Al hacer la Señal dela Cruz, profesamos y proclamamos, verbalmente y físicamente, con cuerpo y alma:
- Que Dios es Trinitario,
- El sacrificio redentor de Cristo en la Cruz,
- La salvación de la humanidad por Cristo,
- Nuestra unidad por el Bautismo con Cristo y su Iglesia como hijos de Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, para siempre, Amén.
Spanish translation by Althea Dawson Sidaway: [email protected]
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