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RICA: ¿Tus catecúmenos saben que Jesús les consigue el cielo? 2a Parte

Cómo las obras se relacionan con el proceso de la salvación

En el último número, enfoqué cómo avanza una persona desde ser no salvada (es decir, no estar en un estado de gracia- NEG) a ser salvada (en un estado de gracia – EG) y cómo ninguna obra de la ley moral (CIC 1950 ff.) puede colocarle a la persona en un estado de gracia (Ef 2,8-10, CIC 2010). Este artículo enfocará el papel crítico de las obras en el proceso de la salvación, y, aunque las obras no nos puedan colocar en un estado de gracia, veremos cómo se relacionan directamente con la retención o la pérdida de nuestro estado de gracia.

He tenido muchas alegrías desde que me ordenaron al sacerdocio, pero tengo que decir que, aunque anhelaba el Sacramento de la Reconciliación, no anticipaba enamorarme tanto con este sacramente de la manera tan profundo en que lo he hecho.

Es un privilegio asombroso ser una extensión del amor, de la misericordia y del perdón de Dios al ir abriendo los corazones a la Buena Nueva - esa noticia retadora – del Evangelio. En este sacramento tengo una oportunidad única por ayudarle a la gente a comprender cómo se relacionan sus obras con la salvación. Algunos piensan que el sexo antes del matrimonio es simplemente ir demasiado lejos (ver 1 Co 6,13-20). Otros se sorprenden al escuchar que el emborracharse es un pecado grave (ver 1 Co 5,11; 6,9-10). Y las hay que, debido a una catequesis deficiente, no tienen una comprensión adecuada de que los Diez Mandamientos dan una buena visión general sobre la materia grave (CIC 1858).

Los que están en el proceso de RICA, y los cristianos en general, parecen oscilar entre dos extremos: o la salvación se da por las obras (mi primer artículo) o que su pecado personal no es tan grave (este artículo).

Comenzaré con un resumen del proceso de salvación. En aras de brevedad, omito las excepciones al proceso normal de la salvación ya que las personas que reciben excepciones son conocidas sólo por Dios (CIC 848).

Resumen

  • Un adulto que no cree y que no ha sido bautizado no es salvado (NEG).
  • Cuando una persona escucha el Evangelio salvífico de Jesucristo, cree lo que escucha, y es bautizada, es salvada por Jesucristo (EG).
  • Ser salvado (justificado) significa que el pecado ha sido perdonado (original y actual) y la persona es santificada en su interior (hecho santo), volviéndose hija o hijo adoptivo de Dios y compartiendo la vida divina de Dios y se le abre el acceso al cielo.
  • El proceso de moverse del estado de no salvado (NEG) ocurre al 100% por la gracia y es un don gratuito, al que se accede por medio de la fe.
  • Las obras no tienen ninguna injerencia en que la persona avance desde ser no salvado (ENG) al ser salvado (EG).
  • Una vez salvado (EG), el cristiano es ahora llamado a las buenas obras; y si hay una grave violación de la fe o de la moral, se puede perder la salvación (pecado mortal, NEG, perdida del cielo). El medio ordinario para restaurar la gracia y el acceso al cielo es a través del Sacramento de la Reconciliación.
  • En la Reconciliación, el proceso de avanzar desde no salvado hacia ser salvado se debe cien por ciento a la gracia, es un don gratuito, a la que se accede por la fe; las obras no juegan ningún papel en este progreso desde no salvado (NEG) hacia salvado (EG). Ya restaurado, el cristiano es llamado a las buenas obras. 
  • Todo esto se hace posible por la obra salvífica de Jesucristo, en Su sufrimiento, muerte Resurrección y Ascensión.

Fundamento Bíblico

"Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es un don de Dios; tampoco viene de las obras, para que nadie se gloríe. En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos." (Ef 2,8-10).

Una vez que San Pablo haya explicado que entramos en la salvación por la gracia, por la fe y no por las obras, inmediatamente le da seguimiento al decir que fuimos creados “en orden a las buenas obras” y que dispuso Dios que las “practicáramos”. ¿Enseña la Iglesia Católica que nuestras obras nos ganan un estado de gracia (nos salvan)? No. ¿Enseña la Iglesia Católica que nuestras obras nos ganan algo y nos dan algún beneficio para el cielo? Sí.

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Father Drake McCalister has directed RCIA since 2006 and is Coordinator of the Catechetical Practicum for the Office of Catechetics at Franciscan University and Parochial Vicar at Holy Family Church, Steubenville. He entered the Church in 2004 with his wife and children after 13 years as a Pentecostal pastor and was ordained to the priesthood in December 2020. To read more about Fr. Drake’s story and about how this is possible, visit his website at www.thattheymaybeone.org.

This article is from The Catechetical Review (Online Edition ISSN 2379-6324) and may be copied for catechetical purposes only. It may not be reprinted in another published work without the permission of The Catechetical Review by contacting [email protected]

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Current Issue: Volume 10.4

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