
Diocese of Albany
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Este taller explora el elemento esencial en la misión de transmitir la fe: tú. Debido a que el contenido de la fe es una Persona, Cristo, la persona del catequista es fundamental. La vocación del catequista es la de ser testigo de la bondad de Cristo, de Su santo celo, de Su ejemplo — de ser como el Maestro. “. . . [C]ualquiera que sea su responsabilidad en la Iglesia, debe ser la de comunicar, a través de su enseñanza y su comportamiento, la doctrina y la vida de Jesús” (Juan Pablo II, Exhortación apostólica, La Catequesis en Nuestro Tiempo, Catechesi tradendae (CT) 6). Este llamado es a la vez tan gozoso y emocionante como al mismo tiempo dificil porque conlleva una gran responsabilidad. Se trata de una obra sobrenatural, más allá de nuestras capacidades naturales. “La catequesis . . . es por consiguiente una obra del Espíritu Santo, obra que sólo Él puede suscitar y alimentar en la Iglesia” (CT 72). Y se sostiene en ti. Este taller es un punto de partida que ofrece inspiración, visión y guía para animar a los catequistas en su esfuerzo por vivir su vocación privilegiada.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
La mentoría catequética es parte integral de los ministerios en la Iglesia Católica, así como de la vida en el hogar. En nuestro ministerio tenemos el privilegio de poder participar en la mentoria Divina y amorosa de la Santísima Trinidad en cada alma. En Su bondadoso plan de salvación, Dios, nuestro Padre celestial, nos provee toda guía que necesitamos para nuestro camino hacia Él, para nuestro eterno regreso a casa. Mediante el envío de su propio Hijo y Espíritu, no solo nos enseña el Camino hacia Él, sino que también se entrega a nosotros para ser nuestro compañero en este “camino de realeza”. La Iglesia, el Cuerpo de Su Hijo, formada por el Espíritu, nos acoge y acompaña en este camino, y es dentro de este Cuerpo donde cada uno de nosotros, que también estamos llamados a un ministerio, ya sea como miembros ordenados, como padres, como laicos catequistas, o como colaboradores: ejercemos una mentoría catequética para aquellos a quienes servimos. Nuestro ministerio, entonces, es una participación en Su mentoría. Nuestro ministerio es una de las formas en que Dios hace una generosa provisión para la mentoría catequética de otros.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
El ministerio de la catequesis y el ministerio de la formación espiritual están normalmente algo separados en el entendimiento de las personas. Sin embargo, en la mente de la Iglesia, se relacionan de forma natural y necesaria. “En realidad, favorecer el encuentro de una persona con Dios, que es tarea del catequista, significa poner en el centro y hacer propia la relación que Dios tiene con la persona y dejarse guiar por Él”. (Directorio general para la catequesis (DGC) 139). “El catequista es intrínsecamente un mediador que facilita la comunicación entre las personas y el misterio de Dios, así como la de los hombres entre sí y con la comunidad”. (DGC 156). Este taller explora lo que significa ser guiado: una docilidad intencional y confianza en la capacidad de la Iglesia para llevarnos al crecimiento espiritual, a la paz con Dios, a la santidad. Con este entendimiento, examinamos los fundamentos de lo que significa para ti guiar a otra alma en un contexto catequético, de modo que puedas buscar más intencionalmente ser todo lo que la vocación catequética debe llegar a ser.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
La Santísima Trinidad es el misterio más importante: el Único Dios es una unidad de Tres Personas. La Trinidad también es nuestra morada final, la meta de nuestra vida. Este misterio, revelado en Jesús, ilumina a todos los otros misterios cristianos. Saber que Dios, el Creador del cielo y de la tierra, es una unidad de Personas amorosas, cambia nuestro entendimiento de todo. Muchas religiones creen en un Dios, pero nada se compara a la creencia cristiana de un Dios que es una comunión de Personas, nombradas para nosotros por Jesús como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Algunos planes de estudio incluyen a la Trinidad simplemente como una doctrina entre otras. Este taller nos ayudará a entender cómo enseñar eficazmente la centralidad de la Trinidad, como la meta y cima de la vida de cada cristiano.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Jesús instituyó los sacramentos durante Su ministerio terrenal, y los confió a la Iglesia para que pudiera continuar Su obra de salvación y redención. En cuanto a los sacramentos, la Iglesia nos enseña que, “Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios; pero, en cuanto signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino que, a la vez, la alimentan, la robustecen y la expresan . . .” (Constitución Dogmática sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum concilium, SC, 59). A través de los sacramentos, Dios derrama Su vida divina en nuestras almas, nos transforma para ser más como Él y nos fortalece en la fe, la esperanza y la caridad, para que podamos estar unidos a Él y permanecer fieles a la obra que se nos ha encomendado. En este taller, aprenderemos más sobre los sacramentos, profundizaremos en nuestro aprecio por los sacramentos y estaremos mejor preparados para participar en la vida sacramental de la Iglesia.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de William H. Sadlier, Inc.
Este taller ofrece un esquema resumido de los principios básicos de la moral católica y cómo nuestra vida moral está arraigada no solo en un código de ética o un conjunto de reglas, sino profundamente en la Persona de Jesús. Habla sobre algunos de los principales problemas morales que enfrentamos en nuestra sociedad hoy, y prepara a todos los que enseñan la fe, ya sean líderes en el ministerio de jóvenes, catequistas, maestros de escuelas católicas, etc., con las herramientas para establecer una base segura para poder tener un pensamiento moral correcto, tanto nosotros mismos como también aquellos a quienes servimos.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Dios es Santo, y llama a Su Pueblo hacia Su Presencia para que participe en Su vida de eterna felicidad: “Sean, pues, santos porque yo soy santo” (Biblia Latinoamericana (BL), Levítico 11:45; también ver 1 Pedro 1:15-16). El Concilio Vaticano II renovó la conciencia de la Iglesia sobre este llamado en su Constitución Dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium: Capitulo Cinco, titulado “Universal Vocación a la Santidad en la Iglesia”. En este taller, le permitiremos a la Madre Iglesia enseñarnos acerca de este llamado, el cual impacta a cada uno de nosotros. Exploraremos los retos que implica nuestra respuesta a este llamado, y celebraremos las gracias que Dios nos da para nuestra santificación.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Conocer y comprender las Sagradas Escrituras es esencial en la vida de un catequista. Este taller explorará cómo la Palabra de Dios, transmitida en la Sagradas Escrituras, fundamenta y profundiza nuestra relación con Jesucristo y Su Iglesia. En las Sagradas Escrituras, vemos el amplio plan de Dios, la historia de la salvación revelada. Escuchamos Su asombrosa y constante invitación a vivir en comunión con Él. Las Sagradas Escrituras deben inspirar e impregnar todas las formas de catequesis, así como nuestra vida personal como catequistas. Al crear planes de lecciones cimentados en las Sagradas Escrituras, fomentamos un encuentro profundo con lo Divino: amor y desafío, sabiduría y esperanza, perdón y misericordia, y a su vez los medios para conocer a Dios y conocernos a nosotros mismos. Al contemplar las Sagradas Escrituras en cada sesión de catequesis, descubrimos el misterio de Cristo, revelando a aquellos a quienes enseñamos a Aquel que desean conocer, fomentando una intimidad con Dios que cambiará sus vidas.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
La Iglesia es el Cuerpo de Cristo en la Tierra. La Iglesia que Cristo fundó es la continuación de Su historia en la Tierra. Las gracias confiadas a Ella hacen posible una explosión de santidad en la familia humana. La revelación de la verdad confiada a Ella hace posible nuestro regreso seguro a los brazos del Padre. La misión otorgada a Ella abarca toda actividad humana, y trasciende toda debilidad humana, a fin de que el Espíritu de Dios pueda continuar avanzando para cumplir la promesa de Cristo: “Yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Este taller explorará la gloriosa convocatoria de Dios a las almas que nosotros llamamos la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
El Padre de la Iglesia, San Jerónimo, dijo que “a los demás se distribuye con medida, pero en María se derramó al mismo tiempo toda la plenitud de la gracia”. Hija del Padre, Madre del Hijo, Esposa del Espíritu, la Santísima Virgen ocupa un lugar profundamente único en el Cuerpo Místico. Ella es la criatura más excelsa de la Iglesia, modelo por excelencia de la fe, la esperanza y el amor para todos los cristianos. El Papa San Juan Pablo II dice de ella, “¡Salve santa María, espejo sin mancha! En ti la Iglesia contempla la purísima imagen de su gloria futura!” (San Juan Pablo II, Audiencia General, 3 de septiembre de 1997). Este taller analiza lo que Dios reveló a la Iglesia sobre Nuestra Señora y cómo esas verdades nos forman bajo su maternidad como discípulos fieles.
¿Quién soy? ¿Cuál es mi naturaleza? ¿Para qué me ha creado Dios? ¿Para quién me creó Dios? Las respuestas a estas preguntas afectan no solo cómo pienso sobre mí mismo, sino también cómo pienso sobre aquellos a quienes catequizo y cómo animo a cada uno de aquellos a quienes tengo el privilegio de enseñar a pensar sobre sí mismos. En este taller contemplamos las respuestas excepcionales que la fe cristiana da para responder a estas preguntas, respuestas que resaltan la increíble dignidad de cada persona.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
El es el Alfa y la Omega. El está en todo, antes que todo y a través de todo. El objetivo esencial y primordial de la catequesis es, usando una expresión muy querida por St. Pablo, “el misterio de Cristo”. (ver Catechesi Tradendae, sobre la catequesis en nuestro tiempo (CT) 5). Por lo tanto, todo aquel que enseñe la fe Católica debe estar inmerso en este misterio. Utilizando las Escrituras y el Catecismo de la Iglesia Católica (CEC), al igual que recientes documentos eclesiásticos, este taller presentará las doctrinas claves que deben ser enseñadas respecto a Jesucristo. Al analizar la obra de Jesús en las Escrituras, Sus relaciones, y Su manera de enseñar, ayudaremos a los catequistas a descifrar los misterios de Cristo, su Encarnación, Redención y Segunda Venida.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica 357). La dignidad de la persona humana reside en la relación. Reside ante todo en nuestra relación con Dios, Quien nos creó a Su imagen y nos llama siempre hacia Él. También reside en nuestras relaciones con los demás, que comparten nuestra humanidad. Cada uno de nuestros apostolados dentro de la Iglesia incluye un llamado a la relación y a fomentar relaciones sanas y sanadoras. Como aprenderemos en este taller, ciertas técnicas de comunicación son la base de todas las relaciones sanas y sanadoras. Los ministros parroquiales no son terapeutas, pero la práctica de estos principios básicos de comunicación fomentarán relaciones saludables e incluso ocacionarán la sanación en los que se sirven. Entonces iniciemos este taller, siempre conscientes de la preciosa dignidad de aquellos que nuestro Padre celestial pone en nuestro camino, y de la hermosa manera en que cada persona que encontramos tiene en sí misma la asombrosa identidad de ser un hijo de Dios.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . . En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
El Directorio para la catequesis nos dice que “San Agustín señaló la niñez y la infancia como una época en la que se aprende el diálogo con el Maestro que habla en la intimidad. Es desde una edad temprana que el niño debe ser ayudado a percibir y desarrollar el sentido de Dios y la intuición natural de su existencia” (236). Nuestra capacidad de catequizar, de ayudarles a los niños a tener una relación con Jesucristo, ya sea como catequistas, padres, maestros de escuelas católicas, etc., no es simplemente una cuestión de nuestras habilidades de enseñanza. Más bien, la edad y el desarrollo de un niño, así como los factores ambientales, afectan la receptividad del niño hacia la fe. En este taller, exploraremos formas de elaborar nuestra catequesis en relación a las etapas de desarrollo de los niños, para poder guiarlos mejor a la intimidad con Jesucristo.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
En el Directorio para la catequesis leemos: “A lo largo de los siglos, la Iglesia nunca ha descuidado dar prioridad a la formación de los catequistas . . . La formación es un proceso permanente que, bajo la guía del Espíritu y en el seno vivo de la comunidad cristiana, ayuda al bautizado a tomar forma. . ." (130-131). Este hermoso documento destaca para nosotros la increíble vocación que es la catequesis y la importancia de nuestra formación como catequistas. Dios llama a los catequistas y maestros de religión a llevar a Jesucristo al mundo, y para ello, los catequistas y maestros tienen una necesidad constante de acercarse más a Dios. En este taller exploraremos algunos de los principios planteados en el regalo que es este Directorio para la catequesis, conociendo la identidad del catequista y cómo formarse bien en el trabajo de la catequesis. Si tu eres un líder catequético parroquial, sacerdote, catequista o alguien más encargado del trabajo de formar a otros catequistas y maestros, seguramente te beneficiarás de lo mucho que el Directorio para la catequesis tiene para ofrecer, lo cual es el enfoque de este taller.
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Guiar a los niños en los caminos de la fe y llevarlos a una relación de amor con la Santísima Trinidad es un ministerio al que muchos de nosotros somos llamados en diversas capacidades: como padres, padrinos, catequistas, ministros de jóvenes, maestros de escuelas católicas, sacerdotes, etcétera. Para todos los que tenemos niños bajo nuestro cuidado, surge la pregunta: ¿Cómo nos encontramos con cada niño individualmente, hablándole con la verdad y guiándolo de tal manera que le ayude a tener una relación con Jesús para toda la vida? Este taller te brindará una oportunidad para considerar tu propia relación con Dios, ya que no podemos transmitir efectivamente una relación con nuestro Padre Celestial si nosotros mismos no estamos arraigados en dicha relación. También te proporcionará formas de obtener un conocimiento más profundo de los niños que están bajo tu cuidado para que puedas comprender mejor cómo Dios puede obrar a través de ti, ayudándolos en su camino hacia la santidad al formar sus mentes, corazones y almas.
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“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . . En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado.
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Dios es quien primero llama al hombre . . . el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) 2567). Dios continuamente nos llama hacia a Él para que podamos crecer en intimidad con Él. El Señor también nos llama a participar en Su plan de salvación. Este llamado implica una vocación, y en el centro de nuestra respuesta al Señor hay una ofrenda de fe, obediencia y amor. En este taller reflexionaremos sobre lo que es una vocación por medio de una reflexión orante sobre la vocación de Moisés, los doce apóstoles y la Santísima Virgen María conservada en la Sagrada Escritura. Esta reflexión nos ayudará a reconocer el llamado de Dios en nuestro propio corazón para que podamos responder libremente a lo que Él nos invita. Iniciemos este taller con un espíritu de oración, con el corazón bien abierto, dispuestos a descubrir lo que Dios ha revelado en la Sagrada Escritura sobre Su llamado para nuestras vidas.
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“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica 357). La dignidad de la persona humana reside en la relación. Reside ante todo en nuestra relación con Dios, Quien nos creó a Su imagen y nos llama siempre hacia Él. También reside en nuestras relaciones con los demás, que comparten nuestra humanidad. Cada uno de nuestros apostolados dentro de la Iglesia incluye un llamado a la relación y a fomentar relaciones sanas y sanadoras. Como aprenderemos en este taller, ciertas técnicas de comunicación son la base de todas las relaciones sanas y sanadoras. Los ministros parroquiales no son terapeutas, pero la práctica de estos principios básicos de comunicación fomentarán relaciones saludables e incluso ocacionarán la sanación en los que se sirven. Entonces iniciemos este taller, siempre conscientes de la preciosa dignidad de aquellos que nuestro Padre celestial pone en nuestro camino, y de la hermosa manera en que cada persona que encontramos tiene en sí misma la asombrosa identidad de ser un hijo de Dios.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Este taller explora el elemento esencial en la misión de transmitir la fe: tú. Debido a que el contenido de la fe es una Persona, Cristo, la persona del catequista es fundamental. La vocación del catequista es la de ser testigo de la bondad de Cristo, de Su santo celo, de Su ejemplo — de ser como el Maestro. “. . . [C]ualquiera que sea su responsabilidad en la Iglesia, debe ser la de comunicar, a través de su enseñanza y su comportamiento, la doctrina y la vida de Jesús” (Juan Pablo II, Exhortación apostólica, La Catequesis en Nuestro Tiempo, Catechesi tradendae (CT) 6). Este llamado es a la vez tan gozoso y emocionante como al mismo tiempo dificil porque conlleva una gran responsabilidad. Se trata de una obra sobrenatural, más allá de nuestras capacidades naturales. “La catequesis . . . es por consiguiente una obra del Espíritu Santo, obra que sólo Él puede suscitar y alimentar en la Iglesia” (CT 72). Y se sostiene en ti. Este taller es un punto de partida que ofrece inspiración, visión y guía para animar a los catequistas en su esfuerzo por vivir su vocación privilegiada.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“La catequesis más efectiva para los jóvenes adultos forma parte de un programa integral de cuidado pastoral . . .” (Directorio Nacional de Catequesis, 217). La transmisión de la fe nunca es un trabajo genérico. Se sintoniza con la realidad de aquellos que se sienten atraídos a la bondad del Señor. Este taller analiza las características distintivas de la catequesis para adolescentes según el Directorio Nacional de Catequesis, con ejemplos prácticos de cómo utilizarlas en un entorno de pastoral juvenil.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
¿Qué es lo que más necesitan los jóvenes hoy en día? Como todos, necesitan tener un encuentro con el amor de Jesucristo que les abrirá los horizontes y llenará su vida con esperanza. Podemos facilitar este encuentro cuando formamos grupos con ambientes familiares, donde se habla en el idioma de los jóvenes, el idioma de amor. El P. Agustino Torres, CFR, nos da herramientas prácticas para empezar la pastoral juvenil en nuestra parroquia. No solo nos explica los pasos de cómo formar un grupo de liderazgo, cómo reconocer los tipos de jóvenes que nos pueden llegar y los diferentes tipos de eventos que debemos llevar a cabo, sino que también nos enseña cómo responder a sus preguntas e inquietudes más profundas.
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La Santísima Trinidad es el misterio más importante: el Único Dios es una unidad de Tres Personas. La Trinidad también es nuestra morada final, la meta de nuestra vida. Este misterio, revelado en Jesús, ilumina a todos los otros misterios cristianos. Saber que Dios, el Creador del cielo y de la tierra, es una unidad de Personas amorosas, cambia nuestro entendimiento de todo. Muchas religiones creen en un Dios, pero nada se compara a la creencia cristiana de un Dios que es una comunión de Personas, nombradas para nosotros por Jesús como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Algunos planes de estudio incluyen a la Trinidad simplemente como una doctrina entre otras. Este taller nos ayudará a entender cómo enseñar eficazmente la centralidad de la Trinidad, como la meta y cima de la vida de cada cristiano.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Jesús instituyó los sacramentos durante Su ministerio terrenal, y los confió a la Iglesia para que pudiera continuar Su obra de salvación y redención. En cuanto a los sacramentos, la Iglesia nos enseña que, “Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios; pero, en cuanto signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino que, a la vez, la alimentan, la robustecen y la expresan . . .” (Constitución Dogmática sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum concilium, SC, 59). A través de los sacramentos, Dios derrama Su vida divina en nuestras almas, nos transforma para ser más como Él y nos fortalece en la fe, la esperanza y la caridad, para que podamos estar unidos a Él y permanecer fieles a la obra que se nos ha encomendado. En este taller, aprenderemos más sobre los sacramentos, profundizaremos en nuestro aprecio por los sacramentos y estaremos mejor preparados para participar en la vida sacramental de la Iglesia.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de William H. Sadlier, Inc.
Este taller ofrece un esquema resumido de los principios básicos de la moral católica y cómo nuestra vida moral está arraigada no solo en un código de ética o un conjunto de reglas, sino profundamente en la Persona de Jesús. Habla sobre algunos de los principales problemas morales que enfrentamos en nuestra sociedad hoy, y prepara a todos los que enseñan la fe, ya sean líderes en el ministerio de jóvenes, catequistas, maestros de escuelas católicas, etc., con las herramientas para establecer una base segura para poder tener un pensamiento moral correcto, tanto nosotros mismos como también aquellos a quienes servimos.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Dios es Santo, y llama a Su Pueblo hacia Su Presencia para que participe en Su vida de eterna felicidad: “Sean, pues, santos porque yo soy santo” (Biblia Latinoamericana (BL), Levítico 11:45; también ver 1 Pedro 1:15-16). El Concilio Vaticano II renovó la conciencia de la Iglesia sobre este llamado en su Constitución Dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium: Capitulo Cinco, titulado “Universal Vocación a la Santidad en la Iglesia”. En este taller, le permitiremos a la Madre Iglesia enseñarnos acerca de este llamado, el cual impacta a cada uno de nosotros. Exploraremos los retos que implica nuestra respuesta a este llamado, y celebraremos las gracias que Dios nos da para nuestra santificación.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Conocer y comprender las Sagradas Escrituras es esencial en la vida de un catequista. Este taller explorará cómo la Palabra de Dios, transmitida en la Sagradas Escrituras, fundamenta y profundiza nuestra relación con Jesucristo y Su Iglesia. En las Sagradas Escrituras, vemos el amplio plan de Dios, la historia de la salvación revelada. Escuchamos Su asombrosa y constante invitación a vivir en comunión con Él. Las Sagradas Escrituras deben inspirar e impregnar todas las formas de catequesis, así como nuestra vida personal como catequistas. Al crear planes de lecciones cimentados en las Sagradas Escrituras, fomentamos un encuentro profundo con lo Divino: amor y desafío, sabiduría y esperanza, perdón y misericordia, y a su vez los medios para conocer a Dios y conocernos a nosotros mismos. Al contemplar las Sagradas Escrituras en cada sesión de catequesis, descubrimos el misterio de Cristo, revelando a aquellos a quienes enseñamos a Aquel que desean conocer, fomentando una intimidad con Dios que cambiará sus vidas.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
La Iglesia es el Cuerpo de Cristo en la Tierra. La Iglesia que Cristo fundó es la continuación de Su historia en la Tierra. Las gracias confiadas a Ella hacen posible una explosión de santidad en la familia humana. La revelación de la verdad confiada a Ella hace posible nuestro regreso seguro a los brazos del Padre. La misión otorgada a Ella abarca toda actividad humana, y trasciende toda debilidad humana, a fin de que el Espíritu de Dios pueda continuar avanzando para cumplir la promesa de Cristo: “Yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Este taller explorará la gloriosa convocatoria de Dios a las almas que nosotros llamamos la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
El Padre de la Iglesia, San Jerónimo, dijo que “a los demás se distribuye con medida, pero en María se derramó al mismo tiempo toda la plenitud de la gracia”. Hija del Padre, Madre del Hijo, Esposa del Espíritu, la Santísima Virgen ocupa un lugar profundamente único en el Cuerpo Místico. Ella es la criatura más excelsa de la Iglesia, modelo por excelencia de la fe, la esperanza y el amor para todos los cristianos. El Papa San Juan Pablo II dice de ella, “¡Salve santa María, espejo sin mancha! En ti la Iglesia contempla la purísima imagen de su gloria futura!” (San Juan Pablo II, Audiencia General, 3 de septiembre de 1997). Este taller analiza lo que Dios reveló a la Iglesia sobre Nuestra Señora y cómo esas verdades nos forman bajo su maternidad como discípulos fieles.
¿Quién soy? ¿Cuál es mi naturaleza? ¿Para qué me ha creado Dios? ¿Para quién me creó Dios? Las respuestas a estas preguntas afectan no solo cómo pienso sobre mí mismo, sino también cómo pienso sobre aquellos a quienes catequizo y cómo animo a cada uno de aquellos a quienes tengo el privilegio de enseñar a pensar sobre sí mismos. En este taller contemplamos las respuestas excepcionales que la fe cristiana da para responder a estas preguntas, respuestas que resaltan la increíble dignidad de cada persona.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
El es el Alfa y la Omega. El está en todo, antes que todo y a través de todo. El objetivo esencial y primordial de la catequesis es, usando una expresión muy querida por St. Pablo, “el misterio de Cristo”. (ver Catechesi Tradendae, sobre la catequesis en nuestro tiempo (CT) 5). Por lo tanto, todo aquel que enseñe la fe Católica debe estar inmerso en este misterio. Utilizando las Escrituras y el Catecismo de la Iglesia Católica (CEC), al igual que recientes documentos eclesiásticos, este taller presentará las doctrinas claves que deben ser enseñadas respecto a Jesucristo. Al analizar la obra de Jesús en las Escrituras, Sus relaciones, y Su manera de enseñar, ayudaremos a los catequistas a descifrar los misterios de Cristo, su Encarnación, Redención y Segunda Venida.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica 357). La dignidad de la persona humana reside en la relación. Reside ante todo en nuestra relación con Dios, Quien nos creó a Su imagen y nos llama siempre hacia Él. También reside en nuestras relaciones con los demás, que comparten nuestra humanidad. Cada uno de nuestros apostolados dentro de la Iglesia incluye un llamado a la relación y a fomentar relaciones sanas y sanadoras. Como aprenderemos en este taller, ciertas técnicas de comunicación son la base de todas las relaciones sanas y sanadoras. Los ministros parroquiales no son terapeutas, pero la práctica de estos principios básicos de comunicación fomentarán relaciones saludables e incluso ocacionarán la sanación en los que se sirven. Entonces iniciemos este taller, siempre conscientes de la preciosa dignidad de aquellos que nuestro Padre celestial pone en nuestro camino, y de la hermosa manera en que cada persona que encontramos tiene en sí misma la asombrosa identidad de ser un hijo de Dios.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . . En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“La catequesis más efectiva para los jóvenes adultos forma parte de un programa integral de cuidado pastoral . . .” (Directorio Nacional de Catequesis, 217). La transmisión de la fe nunca es un trabajo genérico. Se sintoniza con la realidad de aquellos que se sienten atraídos a la bondad del Señor. Este taller analiza las características distintivas de la catequesis para adolescentes según el Directorio Nacional de Catequesis, con ejemplos prácticos de cómo utilizarlas en un entorno de pastoral juvenil.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras, ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo. . .” (Hebreos 1:1–2). Cuando la Segunda Persona de la Trinidad se hizo carne y habitó entre nosotros, todo cambió. Dios solía hablarnos a través de otros, pero ahora viene a nosotros personalmente. Este modelo de “ministerio relacional” debe estar como fundamento de nuestros esfuerzos de acompañar a los jóvenes. Para que el ministerio sea eficaz, debe ser intencional y consistentemente relacional. Tal como escribió San Juan Bosco “los jóvenes no solo deben ser amados, sino que deben notar que se les ama”. Aquí explicaremos cómo hacer esto de manera segura y eficaz en la cultura actual.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Una parte importante de ser un mentor es llegar a conocer realmente a las personas que tenemos bajo nuestro cuidado. En este taller, exploramos varios tipos de preguntas relacionadas con este trabajo de descubrimiento y examinaremos cuáles logran mejor el objetivo de revelar auténticamente los pensamientos y necesidades de esa persona para construir de manera productiva y sabia la relación de mentoría. Las preguntas deficientes resultan en oportunidades perdidas o en una comunicación débil. Las grandes preguntas realmente sirven para abrir el alma y construir una mentoría sólida. Enfatizaremos especialmente el valor de las preguntas abiertas orientadas a extraer la historia de vida de una persona.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
¿Qué es lo que más necesitan los jóvenes hoy en día? Como todos, necesitan tener un encuentro con el amor de Jesucristo que les abrirá los horizontes y llenará su vida con esperanza. Podemos facilitar este encuentro cuando formamos grupos con ambientes familiares, donde se habla en el idioma de los jóvenes, el idioma de amor. El P. Agustino Torres, CFR, nos da herramientas prácticas para empezar la pastoral juvenil en nuestra parroquia. No solo nos explica los pasos de cómo formar un grupo de liderazgo, cómo reconocer los tipos de jóvenes que nos pueden llegar y los diferentes tipos de eventos que debemos llevar a cabo, sino que también nos enseña cómo responder a sus preguntas e inquietudes más profundas.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
El Directorio para la catequesis nos dice que “San Agustín señaló la niñez y la infancia como una época en la que se aprende el diálogo con el Maestro que habla en la intimidad. Es desde una edad temprana que el niño debe ser ayudado a percibir y desarrollar el sentido de Dios y la intuición natural de su existencia” (236). Nuestra capacidad de catequizar, de ayudarles a los niños a tener una relación con Jesucristo, ya sea como catequistas, padres, maestros de escuelas católicas, etc., no es simplemente una cuestión de nuestras habilidades de enseñanza. Más bien, la edad y el desarrollo de un niño, así como los factores ambientales, afectan la receptividad del niño hacia la fe. En este taller, exploraremos formas de elaborar nuestra catequesis en relación a las etapas de desarrollo de los niños, para poder guiarlos mejor a la intimidad con Jesucristo.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
En el Directorio para la catequesis leemos: “A lo largo de los siglos, la Iglesia nunca ha descuidado dar prioridad a la formación de los catequistas . . . La formación es un proceso permanente que, bajo la guía del Espíritu y en el seno vivo de la comunidad cristiana, ayuda al bautizado a tomar forma. . ." (130-131). Este hermoso documento destaca para nosotros la increíble vocación que es la catequesis y la importancia de nuestra formación como catequistas. Dios llama a los catequistas y maestros de religión a llevar a Jesucristo al mundo, y para ello, los catequistas y maestros tienen una necesidad constante de acercarse más a Dios. En este taller exploraremos algunos de los principios planteados en el regalo que es este Directorio para la catequesis, conociendo la identidad del catequista y cómo formarse bien en el trabajo de la catequesis. Si tu eres un líder catequético parroquial, sacerdote, catequista o alguien más encargado del trabajo de formar a otros catequistas y maestros, seguramente te beneficiarás de lo mucho que el Directorio para la catequesis tiene para ofrecer, lo cual es el enfoque de este taller.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Guiar a los niños en los caminos de la fe y llevarlos a una relación de amor con la Santísima Trinidad es un ministerio al que muchos de nosotros somos llamados en diversas capacidades: como padres, padrinos, catequistas, ministros de jóvenes, maestros de escuelas católicas, sacerdotes, etcétera. Para todos los que tenemos niños bajo nuestro cuidado, surge la pregunta: ¿Cómo nos encontramos con cada niño individualmente, hablándole con la verdad y guiándolo de tal manera que le ayude a tener una relación con Jesús para toda la vida? Este taller te brindará una oportunidad para considerar tu propia relación con Dios, ya que no podemos transmitir efectivamente una relación con nuestro Padre Celestial si nosotros mismos no estamos arraigados en dicha relación. También te proporcionará formas de obtener un conocimiento más profundo de los niños que están bajo tu cuidado para que puedas comprender mejor cómo Dios puede obrar a través de ti, ayudándolos en su camino hacia la santidad al formar sus mentes, corazones y almas.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . . En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Dios es quien primero llama al hombre . . . el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) 2567). Dios continuamente nos llama hacia a Él para que podamos crecer en intimidad con Él. El Señor también nos llama a participar en Su plan de salvación. Este llamado implica una vocación, y en el centro de nuestra respuesta al Señor hay una ofrenda de fe, obediencia y amor. En este taller reflexionaremos sobre lo que es una vocación por medio de una reflexión orante sobre la vocación de Moisés, los doce apóstoles y la Santísima Virgen María conservada en la Sagrada Escritura. Esta reflexión nos ayudará a reconocer el llamado de Dios en nuestro propio corazón para que podamos responder libremente a lo que Él nos invita. Iniciemos este taller con un espíritu de oración, con el corazón bien abierto, dispuestos a descubrir lo que Dios ha revelado en la Sagrada Escritura sobre Su llamado para nuestras vidas.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica 357). La dignidad de la persona humana reside en la relación. Reside ante todo en nuestra relación con Dios, Quien nos creó a Su imagen y nos llama siempre hacia Él. También reside en nuestras relaciones con los demás, que comparten nuestra humanidad. Cada uno de nuestros apostolados dentro de la Iglesia incluye un llamado a la relación y a fomentar relaciones sanas y sanadoras. Como aprenderemos en este taller, ciertas técnicas de comunicación son la base de todas las relaciones sanas y sanadoras. Los ministros parroquiales no son terapeutas, pero la práctica de estos principios básicos de comunicación fomentarán relaciones saludables e incluso ocacionarán la sanación en los que se sirven. Entonces iniciemos este taller, siempre conscientes de la preciosa dignidad de aquellos que nuestro Padre celestial pone en nuestro camino, y de la hermosa manera en que cada persona que encontramos tiene en sí misma la asombrosa identidad de ser un hijo de Dios.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Este taller explora el elemento esencial en la misión de transmitir la fe: tú. Debido a que el contenido de la fe es una Persona, Cristo, la persona del catequista es fundamental. La vocación del catequista es la de ser testigo de la bondad de Cristo, de Su santo celo, de Su ejemplo — de ser como el Maestro. “. . . [C]ualquiera que sea su responsabilidad en la Iglesia, debe ser la de comunicar, a través de su enseñanza y su comportamiento, la doctrina y la vida de Jesús” (Juan Pablo II, Exhortación apostólica, La Catequesis en Nuestro Tiempo, Catechesi tradendae (CT) 6). Este llamado es a la vez tan gozoso y emocionante como al mismo tiempo dificil porque conlleva una gran responsabilidad. Se trata de una obra sobrenatural, más allá de nuestras capacidades naturales. “La catequesis . . . es por consiguiente una obra del Espíritu Santo, obra que sólo Él puede suscitar y alimentar en la Iglesia” (CT 72). Y se sostiene en ti. Este taller es un punto de partida que ofrece inspiración, visión y guía para animar a los catequistas en su esfuerzo por vivir su vocación privilegiada.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“Lo que existía desde el principio . . . Lo que hemos visto y oído, se lo anunciamos también a ustedes . . .” (1 Juan 1:1, 3). San Juan Pablo II proclamó que, “El fin definitivo de la catequesis es poner a uno no sólo en contacto sino en comunión, en intimidad con Jesucristo . . .” (Exhortación apostólica, Sobre la catequesis en nuestro tiempo” Catechesi tradendae (CT) 5). La labor de catequesis no es solamente “educación”, si no “intimidad con Jesucristo”. Dios quiere hacerse conocer, comunicar Su propia vida divina a cada uno de nosotros y hacernos capaces de responderle. Dios, gradualmente, “va quitándose el velo” (ver 2 Corintios 3:14–16) por medio de hechos y palabras, pero especialmente en Jesucristo, el mediador y plenitud de toda la Revelación. Por su Revelación, Dios ha respondido a todas las preguntas de la condición humana. Dios quiere que todos se salven, así que Él organizó que Su Revelación se preservara completa para ser transmitida a todas las generaciones. Este taller está enfocado en la labor apostólica de transmitir las verdades de la fe de una manera orgánica y sistemática. Esta labor es realizada para hacer discípulos de Cristo e iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana a través del encuentro y la comunión con Cristo el Pedagogo. “Toda la finalidad de la doctrina y de la enseñanza debe ser puesta en el amor que no acaba” (Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) 25).
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El Directorio para la catequesis nos dice que “San Agustín señaló la niñez y la infancia como una época en la que se aprende el diálogo con el Maestro que habla en la intimidad. Es desde una edad temprana que el niño debe ser ayudado a percibir y desarrollar el sentido de Dios y la intuición natural de su existencia” (236). Nuestra capacidad de catequizar, de ayudarles a los niños a tener una relación con Jesucristo, ya sea como catequistas, padres, maestros de escuelas católicas, etc., no es simplemente una cuestión de nuestras habilidades de enseñanza. Más bien, la edad y el desarrollo de un niño, así como los factores ambientales, afectan la receptividad del niño hacia la fe. En este taller, exploraremos formas de elaborar nuestra catequesis en relación a las etapas de desarrollo de los niños, para poder guiarlos mejor a la intimidad con Jesucristo.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
La Santísima Trinidad es el misterio más importante: el Único Dios es una unidad de Tres Personas. La Trinidad también es nuestra morada final, la meta de nuestra vida. Este misterio, revelado en Jesús, ilumina a todos los otros misterios cristianos. Saber que Dios, el Creador del cielo y de la tierra, es una unidad de Personas amorosas, cambia nuestro entendimiento de todo. Muchas religiones creen en un Dios, pero nada se compara a la creencia cristiana de un Dios que es una comunión de Personas, nombradas para nosotros por Jesús como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Algunos planes de estudio incluyen a la Trinidad simplemente como una doctrina entre otras. Este taller nos ayudará a entender cómo enseñar eficazmente la centralidad de la Trinidad, como la meta y cima de la vida de cada cristiano.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Jesús instituyó los sacramentos durante Su ministerio terrenal, y los confió a la Iglesia para que pudiera continuar Su obra de salvación y redención. En cuanto a los sacramentos, la Iglesia nos enseña que, “Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios; pero, en cuanto signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino que, a la vez, la alimentan, la robustecen y la expresan . . .” (Constitución Dogmática sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum concilium, SC, 59). A través de los sacramentos, Dios derrama Su vida divina en nuestras almas, nos transforma para ser más como Él y nos fortalece en la fe, la esperanza y la caridad, para que podamos estar unidos a Él y permanecer fieles a la obra que se nos ha encomendado. En este taller, aprenderemos más sobre los sacramentos, profundizaremos en nuestro aprecio por los sacramentos y estaremos mejor preparados para participar en la vida sacramental de la Iglesia.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de William H. Sadlier, Inc.
Este taller ofrece un esquema resumido de los principios básicos de la moral católica y cómo nuestra vida moral está arraigada no solo en un código de ética o un conjunto de reglas, sino profundamente en la Persona de Jesús. Habla sobre algunos de los principales problemas morales que enfrentamos en nuestra sociedad hoy, y prepara a todos los que enseñan la fe, ya sean líderes en el ministerio de jóvenes, catequistas, maestros de escuelas católicas, etc., con las herramientas para establecer una base segura para poder tener un pensamiento moral correcto, tanto nosotros mismos como también aquellos a quienes servimos.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Dios es Santo, y llama a Su Pueblo hacia Su Presencia para que participe en Su vida de eterna felicidad: “Sean, pues, santos porque yo soy santo” (Biblia Latinoamericana (BL), Levítico 11:45; también ver 1 Pedro 1:15-16). El Concilio Vaticano II renovó la conciencia de la Iglesia sobre este llamado en su Constitución Dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium: Capitulo Cinco, titulado “Universal Vocación a la Santidad en la Iglesia”. En este taller, le permitiremos a la Madre Iglesia enseñarnos acerca de este llamado, el cual impacta a cada uno de nosotros. Exploraremos los retos que implica nuestra respuesta a este llamado, y celebraremos las gracias que Dios nos da para nuestra santificación.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Conocer y comprender las Sagradas Escrituras es esencial en la vida de un catequista. Este taller explorará cómo la Palabra de Dios, transmitida en la Sagradas Escrituras, fundamenta y profundiza nuestra relación con Jesucristo y Su Iglesia. En las Sagradas Escrituras, vemos el amplio plan de Dios, la historia de la salvación revelada. Escuchamos Su asombrosa y constante invitación a vivir en comunión con Él. Las Sagradas Escrituras deben inspirar e impregnar todas las formas de catequesis, así como nuestra vida personal como catequistas. Al crear planes de lecciones cimentados en las Sagradas Escrituras, fomentamos un encuentro profundo con lo Divino: amor y desafío, sabiduría y esperanza, perdón y misericordia, y a su vez los medios para conocer a Dios y conocernos a nosotros mismos. Al contemplar las Sagradas Escrituras en cada sesión de catequesis, descubrimos el misterio de Cristo, revelando a aquellos a quienes enseñamos a Aquel que desean conocer, fomentando una intimidad con Dios que cambiará sus vidas.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
La Iglesia es el Cuerpo de Cristo en la Tierra. La Iglesia que Cristo fundó es la continuación de Su historia en la Tierra. Las gracias confiadas a Ella hacen posible una explosión de santidad en la familia humana. La revelación de la verdad confiada a Ella hace posible nuestro regreso seguro a los brazos del Padre. La misión otorgada a Ella abarca toda actividad humana, y trasciende toda debilidad humana, a fin de que el Espíritu de Dios pueda continuar avanzando para cumplir la promesa de Cristo: “Yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Este taller explorará la gloriosa convocatoria de Dios a las almas que nosotros llamamos la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
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El Padre de la Iglesia, San Jerónimo, dijo que “a los demás se distribuye con medida, pero en María se derramó al mismo tiempo toda la plenitud de la gracia”. Hija del Padre, Madre del Hijo, Esposa del Espíritu, la Santísima Virgen ocupa un lugar profundamente único en el Cuerpo Místico. Ella es la criatura más excelsa de la Iglesia, modelo por excelencia de la fe, la esperanza y el amor para todos los cristianos. El Papa San Juan Pablo II dice de ella, “¡Salve santa María, espejo sin mancha! En ti la Iglesia contempla la purísima imagen de su gloria futura!” (San Juan Pablo II, Audiencia General, 3 de septiembre de 1997). Este taller analiza lo que Dios reveló a la Iglesia sobre Nuestra Señora y cómo esas verdades nos forman bajo su maternidad como discípulos fieles.
¿Quién soy? ¿Cuál es mi naturaleza? ¿Para qué me ha creado Dios? ¿Para quién me creó Dios? Las respuestas a estas preguntas afectan no solo cómo pienso sobre mí mismo, sino también cómo pienso sobre aquellos a quienes catequizo y cómo animo a cada uno de aquellos a quienes tengo el privilegio de enseñar a pensar sobre sí mismos. En este taller contemplamos las respuestas excepcionales que la fe cristiana da para responder a estas preguntas, respuestas que resaltan la increíble dignidad de cada persona.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
El es el Alfa y la Omega. El está en todo, antes que todo y a través de todo. El objetivo esencial y primordial de la catequesis es, usando una expresión muy querida por St. Pablo, “el misterio de Cristo”. (ver Catechesi Tradendae, sobre la catequesis en nuestro tiempo (CT) 5). Por lo tanto, todo aquel que enseñe la fe Católica debe estar inmerso en este misterio. Utilizando las Escrituras y el Catecismo de la Iglesia Católica (CEC), al igual que recientes documentos eclesiásticos, este taller presentará las doctrinas claves que deben ser enseñadas respecto a Jesucristo. Al analizar la obra de Jesús en las Escrituras, Sus relaciones, y Su manera de enseñar, ayudaremos a los catequistas a descifrar los misterios de Cristo, su Encarnación, Redención y Segunda Venida.
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“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica 357). La dignidad de la persona humana reside en la relación. Reside ante todo en nuestra relación con Dios, Quien nos creó a Su imagen y nos llama siempre hacia Él. También reside en nuestras relaciones con los demás, que comparten nuestra humanidad. Cada uno de nuestros apostolados dentro de la Iglesia incluye un llamado a la relación y a fomentar relaciones sanas y sanadoras. Como aprenderemos en este taller, ciertas técnicas de comunicación son la base de todas las relaciones sanas y sanadoras. Los ministros parroquiales no son terapeutas, pero la práctica de estos principios básicos de comunicación fomentarán relaciones saludables e incluso ocacionarán la sanación en los que se sirven. Entonces iniciemos este taller, siempre conscientes de la preciosa dignidad de aquellos que nuestro Padre celestial pone en nuestro camino, y de la hermosa manera en que cada persona que encontramos tiene en sí misma la asombrosa identidad de ser un hijo de Dios.
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“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . . En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
El Directorio para la catequesis nos dice que “San Agustín señaló la niñez y la infancia como una época en la que se aprende el diálogo con el Maestro que habla en la intimidad. Es desde una edad temprana que el niño debe ser ayudado a percibir y desarrollar el sentido de Dios y la intuición natural de su existencia” (236). Nuestra capacidad de catequizar, de ayudarles a los niños a tener una relación con Jesucristo, ya sea como catequistas, padres, maestros de escuelas católicas, etc., no es simplemente una cuestión de nuestras habilidades de enseñanza. Más bien, la edad y el desarrollo de un niño, así como los factores ambientales, afectan la receptividad del niño hacia la fe. En este taller, exploraremos formas de elaborar nuestra catequesis en relación a las etapas de desarrollo de los niños, para poder guiarlos mejor a la intimidad con Jesucristo.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“La santa madre Iglesia desea ardientemente que se lleve a todos los fieles a aquella participación plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas que exige la naturaleza de la Liturgia” (Constitución sobre la Santa Liturgia del Concilio Vaticano II, Sacrosanctum concilium 14). La Iglesia desea que todos nosotros — incluyendo los niños — participemos de manera plena y activa en la liturgia eucarística, la santa Misa, para que experimentemos la belleza que está presente en cada Misa y la alegría de permitir que Jesús nos ayude a convertirnos en las personas que él nos ha creado a ser por medio de esta celebración. Cada gesto y cada palabra de la Misa tiene un significado, y los niños — cuando se les enseña el significado concreto de cada elemento—pueden de manera alegre y entusiasta participar en la Misa y encontrarse con la persona de Jesús. Éste taller ofrece un método para introducir a los niños a la liturgia, para que ellos puedan participar en los ritos litúrgicos y vivir la Misa con todo su ser.
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Guiar a los niños en los caminos de la fe y llevarlos a una relación de amor con la Santísima Trinidad es un ministerio al que muchos de nosotros somos llamados en diversas capacidades: como padres, padrinos, catequistas, ministros de jóvenes, maestros de escuelas católicas, sacerdotes, etcétera. Para todos los que tenemos niños bajo nuestro cuidado, surge la pregunta: ¿Cómo nos encontramos con cada niño individualmente, hablándole con la verdad y guiándolo de tal manera que le ayude a tener una relación con Jesús para toda la vida? Este taller te brindará una oportunidad para considerar tu propia relación con Dios, ya que no podemos transmitir efectivamente una relación con nuestro Padre Celestial si nosotros mismos no estamos arraigados en dicha relación. También te proporcionará formas de obtener un conocimiento más profundo de los niños que están bajo tu cuidado para que puedas comprender mejor cómo Dios puede obrar a través de ti, ayudándolos en su camino hacia la santidad al formar sus mentes, corazones y almas.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . . En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
El Directorio para la catequesis nos dice que “San Agustín señaló la niñez y la infancia como una época en la que se aprende el diálogo con el Maestro que habla en la intimidad. Es desde una edad temprana que el niño debe ser ayudado a percibir y desarrollar el sentido de Dios y la intuición natural de su existencia” (236). Nuestra capacidad de catequizar, de ayudarles a los niños a tener una relación con Jesucristo, ya sea como catequistas, padres, maestros de escuelas católicas, etc., no es simplemente una cuestión de nuestras habilidades de enseñanza. Más bien, la edad y el desarrollo de un niño, así como los factores ambientales, afectan la receptividad del niño hacia la fe. En este taller, exploraremos formas de elaborar nuestra catequesis en relación a las etapas de desarrollo de los niños, para poder guiarlos mejor a la intimidad con Jesucristo.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
En el Directorio para la catequesis leemos: “A lo largo de los siglos, la Iglesia nunca ha descuidado dar prioridad a la formación de los catequistas . . . La formación es un proceso permanente que, bajo la guía del Espíritu y en el seno vivo de la comunidad cristiana, ayuda al bautizado a tomar forma. . ." (130-131). Este hermoso documento destaca para nosotros la increíble vocación que es la catequesis y la importancia de nuestra formación como catequistas. Dios llama a los catequistas y maestros de religión a llevar a Jesucristo al mundo, y para ello, los catequistas y maestros tienen una necesidad constante de acercarse más a Dios. En este taller exploraremos algunos de los principios planteados en el regalo que es este Directorio para la catequesis, conociendo la identidad del catequista y cómo formarse bien en el trabajo de la catequesis. Si tu eres un líder catequético parroquial, sacerdote, catequista o alguien más encargado del trabajo de formar a otros catequistas y maestros, seguramente te beneficiarás de lo mucho que el Directorio para la catequesis tiene para ofrecer, lo cual es el enfoque de este taller.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Guiar a los niños en los caminos de la fe y llevarlos a una relación de amor con la Santísima Trinidad es un ministerio al que muchos de nosotros somos llamados en diversas capacidades: como padres, padrinos, catequistas, ministros de jóvenes, maestros de escuelas católicas, sacerdotes, etcétera. Para todos los que tenemos niños bajo nuestro cuidado, surge la pregunta: ¿Cómo nos encontramos con cada niño individualmente, hablándole con la verdad y guiándolo de tal manera que le ayude a tener una relación con Jesús para toda la vida? Este taller te brindará una oportunidad para considerar tu propia relación con Dios, ya que no podemos transmitir efectivamente una relación con nuestro Padre Celestial si nosotros mismos no estamos arraigados en dicha relación. También te proporcionará formas de obtener un conocimiento más profundo de los niños que están bajo tu cuidado para que puedas comprender mejor cómo Dios puede obrar a través de ti, ayudándolos en su camino hacia la santidad al formar sus mentes, corazones y almas.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . . En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
Dios es quien primero llama al hombre . . . el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) 2567). Dios continuamente nos llama hacia a Él para que podamos crecer en intimidad con Él. El Señor también nos llama a participar en Su plan de salvación. Este llamado implica una vocación, y en el centro de nuestra respuesta al Señor hay una ofrenda de fe, obediencia y amor. En este taller reflexionaremos sobre lo que es una vocación por medio de una reflexión orante sobre la vocación de Moisés, los doce apóstoles y la Santísima Virgen María conservada en la Sagrada Escritura. Esta reflexión nos ayudará a reconocer el llamado de Dios en nuestro propio corazón para que podamos responder libremente a lo que Él nos invita. Iniciemos este taller con un espíritu de oración, con el corazón bien abierto, dispuestos a descubrir lo que Dios ha revelado en la Sagrada Escritura sobre Su llamado para nuestras vidas.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.
“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica 357). La dignidad de la persona humana reside en la relación. Reside ante todo en nuestra relación con Dios, Quien nos creó a Su imagen y nos llama siempre hacia Él. También reside en nuestras relaciones con los demás, que comparten nuestra humanidad. Cada uno de nuestros apostolados dentro de la Iglesia incluye un llamado a la relación y a fomentar relaciones sanas y sanadoras. Como aprenderemos en este taller, ciertas técnicas de comunicación son la base de todas las relaciones sanas y sanadoras. Los ministros parroquiales no son terapeutas, pero la práctica de estos principios básicos de comunicación fomentarán relaciones saludables e incluso ocacionarán la sanación en los que se sirven. Entonces iniciemos este taller, siempre conscientes de la preciosa dignidad de aquellos que nuestro Padre celestial pone en nuestro camino, y de la hermosa manera en que cada persona que encontramos tiene en sí misma la asombrosa identidad de ser un hijo de Dios.
La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.