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Franciscan at Home

Forming those who form others

Diocese of Albany

Forming Disciples for Mission 

Welcome to the Diocese of Albany home page in partnership with Franciscan University’s Catechetical Institute!  We are so glad you’re here.
You will find wonderful resources for your personal enrichment and to learn more about what the Catholic Church teaches. You will also find resources to use as part of your preparation or ongoing formation in a particular area of ministry. 

This program is an opportunity to learn with others in your faith community. Courses can be done individually but are designed to be done with others.  Consider inviting at least one other person to learn along with you.  The sections that mention Spiritual Companions or mentors would be best shared.  These courses also make enriching small group experiences.
To set up your individual "free" account, click on the middle blue box on the right below, labeled "My Parish or School is already registered". Follow the instructions to register as an individual user. Once you create an account, you will be able to select from a dropdown menu.

Take time to explore the topics and workshops available to you on your dashboard. There are several you can choose from, based on your role in your family, parish, Catholic school, or area of ministry.
If you are not sure where to start? Go to Institution Tracks under the Start Learning section and select “Getting Started - Foundational Workshops”. These are a few workshops recommended by the Office for Discipleship Formation as a good place to begin. 

If you have questions, please contact us directly by phone or email.


God bless!

Office for Discipleship Formation
[email protected]

518-543-6670


_____________________________________
 
Bienvenidos a la página de internet del Instituto Catequético de la diócesis de Albany 
El Papa Francisco nos enseñó que, en virtud de nuestro bautismo, todos somos “discípulos misioneros”. El papa León XIV también uso este tema en su discurso después de ser electo a papa: “Juntos, debemos buscar maneras para ser una iglesia misionera, siempre abierta para dar la bienvenida...a todos aquellos que están necesitados de nuestra caridad, nuestra presencia y nuestra disponibilidad para dialogar y nuestro amor.”  Esperamos que estas pistas de aprendizaje sean una manera para vivir más plenamente como discípulos de Nuestro Señor Jesucristo y para servirle a la gente de Dios con mayor visión y gozo. 

Ramon Bonifacio <[email protected]
 

Learning Tracks

Nivel 1 Catequista de Adultos
Nivel 1 Catequista de Adultos

Este taller explora el elemento esencial en la misión de transmitir la fe: . Debido a que el contenido de la fe es una Persona, Cristo, la persona del catequista es fundamental. La vocación del catequista es la de ser testigo de la bondad de Cristo, de Su santo celo, de Su ejemplo — de ser como el Maestro. “. . . [C]ualquiera que sea su responsabilidad en la Iglesia, debe ser la de comunicar, a través de su enseñanza y su comportamiento, la doctrina y la vida de Jesús” (Juan Pablo II, Exhortación apostólica, La Catequesis en Nuestro Tiempo, Catechesi tradendae (CT) 6). Este llamado es a la vez tan gozoso y emocionante como al mismo tiempo dificil porque conlleva una gran responsabilidad. Se trata de una obra sobrenatural, más allá de nuestras capacidades naturales. “La catequesis . . . es por consiguiente una obra del Espíritu Santo, obra que sólo Él puede suscitar y alimentar en la Iglesia” (CT 72). Y se sostiene en ti. Este taller es un punto de partida que ofrece inspiración, visión y guía para animar a los catequistas en su esfuerzo por vivir su vocación privilegiada. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

La mentoría catequética es parte integral de los ministerios en la Iglesia Católica, así como de la vida en el hogar. En nuestro ministerio tenemos el privilegio de poder participar en la mentoria Divina y amorosa de la Santísima Trinidad en cada alma. En Su bondadoso plan de salvación, Dios, nuestro Padre celestial, nos provee toda guía que necesitamos para nuestro camino hacia Él, para nuestro eterno regreso a casa. Mediante el envío de su propio Hijo y Espíritu, no solo nos enseña el Camino hacia Él, sino que también se entrega a nosotros para ser nuestro compañero en este “camino de realeza”. La Iglesia, el Cuerpo de Su Hijo, formada por el Espíritu, nos acoge y acompaña en este camino, y es dentro de este Cuerpo donde cada uno de nosotros, que también estamos llamados a un ministerio, ya sea como miembros ordenados, como padres, como laicos catequistas, o como colaboradores: ejercemos una mentoría catequética para aquellos a quienes servimos. Nuestro ministerio, entonces, es una participación en Su mentoría. Nuestro ministerio es una de las formas en que Dios hace una generosa provisión para la mentoría catequética de otros.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

El ministerio de la catequesis y el ministerio de la formación espiritual están normalmente algo separados en el entendimiento de las personas. Sin embargo, en la mente de la Iglesia, se relacionan de forma natural y necesaria. “En realidad, favorecer el encuentro de una persona con Dios, que es tarea del catequista, significa poner en el centro y hacer propia la relación que Dios tiene con la persona y dejarse guiar por Él”. (Directorio general para la catequesis (DGC) 139). “El catequista es intrínsecamente un mediador que facilita la comunicación entre las personas y el misterio de Dios, así como la de los hombres entre sí y con la comunidad”. (DGC 156). Este taller explora lo que significa ser guiado: una docilidad intencional y confianza en la capacidad de la Iglesia para llevarnos al crecimiento espiritual, a la paz con Dios, a la santidad. Con este entendimiento, examinamos los fundamentos de lo que significa para ti guiar a otra alma en un contexto catequético, de modo que puedas buscar más intencionalmente ser todo lo que la vocación catequética debe llegar a ser.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Nivel 2 Catequista de Adultos
Nivel 2 Cursos requisitos

La Santísima Trinidad es el misterio más importante: el Único Dios es una unidad de Tres Personas. La Trinidad también es nuestra morada final, la meta de nuestra vida. Este misterio, revelado en Jesús, ilumina a todos los otros misterios cristianos. Saber que Dios, el Creador del cielo y de la tierra, es una unidad de Personas amorosas, cambia nuestro entendimiento de todo. Muchas religiones creen en un Dios, pero nada se compara a la creencia cristiana de un Dios que es una comunión de Personas, nombradas para nosotros por Jesús como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Algunos planes de estudio incluyen a la Trinidad simplemente como una doctrina entre otras. Este taller nos ayudará a entender cómo enseñar eficazmente la centralidad de la Trinidad, como la meta y cima de la vida de cada cristiano. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Jesús instituyó los sacramentos durante Su ministerio terrenal, y los confió a la Iglesia para que pudiera continuar Su obra de salvación y redención. En cuanto a los sacramentos, la Iglesia nos enseña que, “Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios; pero, en cuanto signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino que, a la vez, la alimentan, la robustecen y la expresan . . .” (Constitución Dogmática sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum concilium, SC, 59). A través de los sacramentos, Dios derrama Su vida divina en nuestras almas, nos transforma para ser más como Él y nos fortalece en la fe, la esperanza y la caridad, para que podamos estar unidos a Él y permanecer fieles a la obra que se nos ha encomendado. En este taller, aprenderemos más sobre los sacramentos, profundizaremos en nuestro aprecio por los sacramentos y estaremos mejor preparados para participar en la vida sacramental de la Iglesia.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de William H. Sadlier, Inc.

Este taller ofrece un esquema resumido de los principios básicos de la moral católica y cómo nuestra vida moral está arraigada no solo en un código de ética o un conjunto de reglas, sino profundamente en la Persona de Jesús. Habla sobre algunos de los principales problemas morales que enfrentamos en nuestra sociedad hoy, y prepara a todos los que enseñan la fe, ya sean líderes en el ministerio de jóvenes, catequistas, maestros de escuelas católicas, etc., con las herramientas para establecer una base segura para poder tener un pensamiento moral correcto, tanto nosotros mismos como también aquellos a quienes servimos. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Dios es Santo, y llama a Su Pueblo hacia Su Presencia para que participe en Su vida de eterna felicidad: “Sean, pues, santos porque yo soy santo” (Biblia Latinoamericana (BL), Levítico 11:45; también ver 1 Pedro 1:15-16). El Concilio Vaticano II renovó la conciencia de la Iglesia sobre este llamado en su Constitución Dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium: Capitulo Cinco, titulado “Universal Vocación a la Santidad en la Iglesia”. En este taller, le permitiremos a la Madre Iglesia enseñarnos acerca de este llamado, el cual impacta a cada uno de nosotros. Exploraremos los retos que implica nuestra respuesta a este llamado, y celebraremos las gracias que Dios nos da para nuestra santificación.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Conocer y comprender las Sagradas Escrituras es esencial en la vida de un catequista. Este taller explorará cómo la Palabra de Dios, transmitida en la Sagradas Escrituras, fundamenta y profundiza nuestra relación con Jesucristo y Su Iglesia. En las Sagradas Escrituras, vemos el amplio plan de Dios, la historia de la salvación revelada. Escuchamos Su asombrosa y constante invitación a vivir en comunión con Él. Las Sagradas Escrituras deben inspirar e impregnar todas las formas de catequesis, así como nuestra vida personal como catequistas. Al crear planes de lecciones cimentados en las Sagradas Escrituras, fomentamos un encuentro profundo con lo Divino: amor y desafío, sabiduría y esperanza, perdón y misericordia, y a su vez los medios para conocer a Dios y conocernos a nosotros mismos. Al contemplar las Sagradas Escrituras en cada sesión de catequesis, descubrimos el misterio de Cristo, revelando a aquellos a quienes enseñamos a Aquel que desean conocer, fomentando una intimidad con Dios que cambiará sus vidas.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

La Iglesia es el Cuerpo de Cristo en la Tierra. La Iglesia que Cristo fundó es la continuación de Su historia en la Tierra. Las gracias confiadas a Ella hacen posible una explosión de santidad en la familia humana. La revelación de la verdad confiada a Ella hace posible nuestro regreso seguro a los brazos del Padre. La misión otorgada a Ella abarca toda actividad humana, y trasciende toda debilidad humana, a fin de que el Espíritu de Dios pueda continuar avanzando para cumplir la promesa de Cristo: “Yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Este taller explorará la gloriosa convocatoria de Dios a las almas que nosotros llamamos la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Nivel 2 Optativos (3 obligatorios)

El Padre de la Iglesia, San Jerónimo, dijo que “a los demás se distribuye con medida, pero en María se derramó al mismo tiempo toda la plenitud de la gracia”. Hija del Padre, Madre del Hijo, Esposa del Espíritu, la Santísima Virgen ocupa un lugar profundamente único en el Cuerpo Místico. Ella es la criatura más excelsa de la Iglesia, modelo por excelencia de la fe, la esperanza y el amor para todos los cristianos. El Papa San Juan Pablo II dice de ella, “¡Salve santa María, espejo sin mancha! En ti la Iglesia contempla la purísima imagen de su gloria futura!” (San Juan Pablo II, Audiencia General, 3 de septiembre de 1997). Este taller analiza lo que Dios reveló a la Iglesia sobre Nuestra Señora y cómo esas verdades nos forman bajo su maternidad como discípulos fieles.

¿Quién soy? ¿Cuál es mi naturaleza? ¿Para qué me ha creado Dios? ¿Para quién me creó Dios? Las respuestas a estas preguntas afectan no solo cómo pienso sobre mí mismo, sino también cómo pienso sobre aquellos a quienes catequizo y cómo animo a cada uno de aquellos a quienes tengo el privilegio de enseñar a pensar sobre sí mismos. En este taller contemplamos las respuestas excepcionales que la fe cristiana da para responder a estas preguntas, respuestas que resaltan la increíble dignidad de cada persona. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

El es el Alfa y la Omega. El está en todo, antes que todo y a través de todo. El objetivo esencial y primordial de la catequesis es, usando una expresión muy querida por St. Pablo, “el misterio de Cristo”. (ver Catechesi Tradendae, sobre la catequesis en nuestro tiempo (CT) 5). Por lo tanto, todo aquel que enseñe la fe Católica debe estar inmerso en este misterio. Utilizando las Escrituras y el Catecismo de la Iglesia Católica (CEC), al igual que recientes documentos eclesiásticos, este taller presentará las doctrinas claves que deben ser enseñadas respecto a Jesucristo. Al analizar la obra de Jesús en las Escrituras, Sus relaciones, y Su manera de enseñar, ayudaremos a los catequistas a descifrar los misterios de Cristo, su Encarnación, Redención y Segunda Venida. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica 357). La dignidad de la persona humana reside en la relación. Reside ante todo en nuestra relación con Dios, Quien nos creó a Su imagen y nos llama siempre hacia Él. También reside en nuestras relaciones con los demás, que comparten nuestra humanidad. Cada uno de nuestros apostolados dentro de la Iglesia incluye un llamado a la relación y a fomentar relaciones sanas y sanadoras. Como aprenderemos en este taller, ciertas técnicas de comunicación son la base de todas las relaciones sanas y sanadoras. Los ministros parroquiales no son terapeutas, pero la práctica de estos principios básicos de comunicación fomentarán relaciones saludables e incluso ocacionarán la sanación en los que se sirven. Entonces iniciemos este taller, siempre conscientes de la preciosa dignidad de aquellos que nuestro Padre celestial pone en nuestro camino, y de la hermosa manera en que cada persona que encontramos tiene en sí misma la asombrosa identidad de ser un hijo de Dios.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . .  En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Apéndice
Apéndice

El Directorio para la catequesis nos dice que “San Agustín señaló la niñez y la infancia como una época en la que se aprende el diálogo con el Maestro que habla en la intimidad. Es desde una edad temprana que el niño debe ser ayudado a percibir y desarrollar el sentido de Dios y la intuición natural de su existencia” (236). Nuestra capacidad de catequizar, de ayudarles a los niños a tener una relación con Jesucristo, ya sea como catequistas, padres, maestros de escuelas católicas, etc., no es simplemente una cuestión de nuestras habilidades de enseñanza. Más bien, la edad y el desarrollo de un niño, así como los factores ambientales, afectan la receptividad del niño hacia la fe. En este taller, exploraremos formas de elaborar nuestra catequesis en relación a las etapas de desarrollo de los niños, para poder guiarlos mejor a la intimidad con Jesucristo. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

En el Directorio para la catequesis leemos: “A lo largo de los siglos, la Iglesia nunca ha descuidado dar prioridad a la formación de los catequistas . . . La formación es un proceso permanente que, bajo la guía del Espíritu y en el seno vivo de la comunidad cristiana, ayuda al bautizado a tomar forma. . ." (130-131). Este hermoso documento destaca para nosotros la increíble vocación que es la catequesis y la importancia de nuestra formación como catequistas. Dios llama a los catequistas y maestros de religión a llevar a Jesucristo al mundo, y para ello, los catequistas y maestros tienen una necesidad constante de acercarse más a Dios. En este taller exploraremos algunos de los principios planteados en el regalo que es este Directorio para la catequesis, conociendo la identidad del catequista y cómo formarse bien en el trabajo de la catequesis. Si tu eres un líder catequético parroquial, sacerdote, catequista o alguien más encargado del trabajo de formar a otros catequistas y maestros, seguramente te beneficiarás de lo mucho que el Directorio para la catequesis tiene para ofrecer, lo cual es el enfoque de este taller.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Guiar a los niños en los caminos de la fe y llevarlos a una relación de amor con la Santísima Trinidad es un ministerio al que muchos de nosotros somos llamados en diversas capacidades: como padres, padrinos, catequistas, ministros de jóvenes, maestros de escuelas católicas, sacerdotes, etcétera. Para todos los que tenemos niños bajo nuestro cuidado, surge la pregunta: ¿Cómo nos encontramos con cada niño individualmente, hablándole con la verdad y guiándolo de tal manera que le ayude a tener una relación con Jesús para toda la vida? Este taller te brindará una oportunidad para considerar tu propia relación con Dios, ya que no podemos transmitir efectivamente una relación con nuestro Padre Celestial si nosotros mismos no estamos arraigados en dicha relación. También te proporcionará formas de obtener un conocimiento más profundo de los niños que están bajo tu cuidado para que puedas comprender mejor cómo Dios puede obrar a través de ti, ayudándolos en su camino hacia la santidad al formar sus mentes, corazones y almas.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . .  En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Dios es quien primero llama al hombre . . . el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) 2567). Dios continuamente nos llama hacia a Él para que podamos crecer en intimidad con Él. El Señor también nos llama a participar en Su plan de salvación. Este llamado implica una vocación, y en el centro de nuestra respuesta al Señor hay una ofrenda de fe, obediencia y amor. En este taller reflexionaremos sobre lo que es una vocación por medio de una reflexión orante sobre la vocación de Moisés, los doce apóstoles y la Santísima Virgen María conservada en la Sagrada Escritura. Esta reflexión nos ayudará a reconocer el llamado de Dios en nuestro propio corazón para que podamos responder libremente a lo que Él nos invita. Iniciemos este taller con un espíritu de oración, con el corazón bien abierto, dispuestos a descubrir lo que Dios ha revelado en la Sagrada Escritura sobre Su llamado para nuestras vidas. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica 357). La dignidad de la persona humana reside en la relación. Reside ante todo en nuestra relación con Dios, Quien nos creó a Su imagen y nos llama siempre hacia Él. También reside en nuestras relaciones con los demás, que comparten nuestra humanidad. Cada uno de nuestros apostolados dentro de la Iglesia incluye un llamado a la relación y a fomentar relaciones sanas y sanadoras. Como aprenderemos en este taller, ciertas técnicas de comunicación son la base de todas las relaciones sanas y sanadoras. Los ministros parroquiales no son terapeutas, pero la práctica de estos principios básicos de comunicación fomentarán relaciones saludables e incluso ocacionarán la sanación en los que se sirven. Entonces iniciemos este taller, siempre conscientes de la preciosa dignidad de aquellos que nuestro Padre celestial pone en nuestro camino, y de la hermosa manera en que cada persona que encontramos tiene en sí misma la asombrosa identidad de ser un hijo de Dios.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Nivel 1 Catequista de jóvenes
Nivel 1 Catequista de jóvenes

Este taller explora el elemento esencial en la misión de transmitir la fe: . Debido a que el contenido de la fe es una Persona, Cristo, la persona del catequista es fundamental. La vocación del catequista es la de ser testigo de la bondad de Cristo, de Su santo celo, de Su ejemplo — de ser como el Maestro. “. . . [C]ualquiera que sea su responsabilidad en la Iglesia, debe ser la de comunicar, a través de su enseñanza y su comportamiento, la doctrina y la vida de Jesús” (Juan Pablo II, Exhortación apostólica, La Catequesis en Nuestro Tiempo, Catechesi tradendae (CT) 6). Este llamado es a la vez tan gozoso y emocionante como al mismo tiempo dificil porque conlleva una gran responsabilidad. Se trata de una obra sobrenatural, más allá de nuestras capacidades naturales. “La catequesis . . . es por consiguiente una obra del Espíritu Santo, obra que sólo Él puede suscitar y alimentar en la Iglesia” (CT 72). Y se sostiene en ti. Este taller es un punto de partida que ofrece inspiración, visión y guía para animar a los catequistas en su esfuerzo por vivir su vocación privilegiada. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“La catequesis más efectiva para los jóvenes adultos forma parte de un programa integral de cuidado pastoral . . .” (Directorio Nacional de Catequesis, 217). La transmisión de la fe nunca es un trabajo genérico. Se sintoniza con la realidad de aquellos que se sienten atraídos a la bondad del Señor. Este taller analiza las características distintivas de la catequesis para adolescentes según el Directorio Nacional de Catequesis, con ejemplos prácticos de cómo utilizarlas en un entorno de pastoral juvenil.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

¿Qué es lo que más necesitan los jóvenes hoy en día? Como todos, necesitan tener un encuentro con el amor de Jesucristo que les abrirá los horizontes y llenará su vida con esperanza. Podemos facilitar este encuentro cuando formamos grupos con ambientes familiares, donde se habla en el idioma de los jóvenes, el idioma de amor. El P. Agustino Torres, CFR, nos da herramientas prácticas para empezar la pastoral juvenil en nuestra parroquia. No solo nos explica los pasos de cómo formar un grupo de liderazgo, cómo reconocer los tipos de jóvenes que nos pueden llegar y los diferentes tipos de eventos que debemos llevar a cabo, sino que también nos enseña cómo responder a sus preguntas e inquietudes más profundas. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Nivel 2 Catequista de jóvenes
Nivel 2 Cursos requisitos

La Santísima Trinidad es el misterio más importante: el Único Dios es una unidad de Tres Personas. La Trinidad también es nuestra morada final, la meta de nuestra vida. Este misterio, revelado en Jesús, ilumina a todos los otros misterios cristianos. Saber que Dios, el Creador del cielo y de la tierra, es una unidad de Personas amorosas, cambia nuestro entendimiento de todo. Muchas religiones creen en un Dios, pero nada se compara a la creencia cristiana de un Dios que es una comunión de Personas, nombradas para nosotros por Jesús como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Algunos planes de estudio incluyen a la Trinidad simplemente como una doctrina entre otras. Este taller nos ayudará a entender cómo enseñar eficazmente la centralidad de la Trinidad, como la meta y cima de la vida de cada cristiano. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Jesús instituyó los sacramentos durante Su ministerio terrenal, y los confió a la Iglesia para que pudiera continuar Su obra de salvación y redención. En cuanto a los sacramentos, la Iglesia nos enseña que, “Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios; pero, en cuanto signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino que, a la vez, la alimentan, la robustecen y la expresan . . .” (Constitución Dogmática sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum concilium, SC, 59). A través de los sacramentos, Dios derrama Su vida divina en nuestras almas, nos transforma para ser más como Él y nos fortalece en la fe, la esperanza y la caridad, para que podamos estar unidos a Él y permanecer fieles a la obra que se nos ha encomendado. En este taller, aprenderemos más sobre los sacramentos, profundizaremos en nuestro aprecio por los sacramentos y estaremos mejor preparados para participar en la vida sacramental de la Iglesia.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de William H. Sadlier, Inc.

Este taller ofrece un esquema resumido de los principios básicos de la moral católica y cómo nuestra vida moral está arraigada no solo en un código de ética o un conjunto de reglas, sino profundamente en la Persona de Jesús. Habla sobre algunos de los principales problemas morales que enfrentamos en nuestra sociedad hoy, y prepara a todos los que enseñan la fe, ya sean líderes en el ministerio de jóvenes, catequistas, maestros de escuelas católicas, etc., con las herramientas para establecer una base segura para poder tener un pensamiento moral correcto, tanto nosotros mismos como también aquellos a quienes servimos. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Dios es Santo, y llama a Su Pueblo hacia Su Presencia para que participe en Su vida de eterna felicidad: “Sean, pues, santos porque yo soy santo” (Biblia Latinoamericana (BL), Levítico 11:45; también ver 1 Pedro 1:15-16). El Concilio Vaticano II renovó la conciencia de la Iglesia sobre este llamado en su Constitución Dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium: Capitulo Cinco, titulado “Universal Vocación a la Santidad en la Iglesia”. En este taller, le permitiremos a la Madre Iglesia enseñarnos acerca de este llamado, el cual impacta a cada uno de nosotros. Exploraremos los retos que implica nuestra respuesta a este llamado, y celebraremos las gracias que Dios nos da para nuestra santificación.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Conocer y comprender las Sagradas Escrituras es esencial en la vida de un catequista. Este taller explorará cómo la Palabra de Dios, transmitida en la Sagradas Escrituras, fundamenta y profundiza nuestra relación con Jesucristo y Su Iglesia. En las Sagradas Escrituras, vemos el amplio plan de Dios, la historia de la salvación revelada. Escuchamos Su asombrosa y constante invitación a vivir en comunión con Él. Las Sagradas Escrituras deben inspirar e impregnar todas las formas de catequesis, así como nuestra vida personal como catequistas. Al crear planes de lecciones cimentados en las Sagradas Escrituras, fomentamos un encuentro profundo con lo Divino: amor y desafío, sabiduría y esperanza, perdón y misericordia, y a su vez los medios para conocer a Dios y conocernos a nosotros mismos. Al contemplar las Sagradas Escrituras en cada sesión de catequesis, descubrimos el misterio de Cristo, revelando a aquellos a quienes enseñamos a Aquel que desean conocer, fomentando una intimidad con Dios que cambiará sus vidas.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

La Iglesia es el Cuerpo de Cristo en la Tierra. La Iglesia que Cristo fundó es la continuación de Su historia en la Tierra. Las gracias confiadas a Ella hacen posible una explosión de santidad en la familia humana. La revelación de la verdad confiada a Ella hace posible nuestro regreso seguro a los brazos del Padre. La misión otorgada a Ella abarca toda actividad humana, y trasciende toda debilidad humana, a fin de que el Espíritu de Dios pueda continuar avanzando para cumplir la promesa de Cristo: “Yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Este taller explorará la gloriosa convocatoria de Dios a las almas que nosotros llamamos la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Nivel 2 Optativos (3 obligatorios)

El Padre de la Iglesia, San Jerónimo, dijo que “a los demás se distribuye con medida, pero en María se derramó al mismo tiempo toda la plenitud de la gracia”. Hija del Padre, Madre del Hijo, Esposa del Espíritu, la Santísima Virgen ocupa un lugar profundamente único en el Cuerpo Místico. Ella es la criatura más excelsa de la Iglesia, modelo por excelencia de la fe, la esperanza y el amor para todos los cristianos. El Papa San Juan Pablo II dice de ella, “¡Salve santa María, espejo sin mancha! En ti la Iglesia contempla la purísima imagen de su gloria futura!” (San Juan Pablo II, Audiencia General, 3 de septiembre de 1997). Este taller analiza lo que Dios reveló a la Iglesia sobre Nuestra Señora y cómo esas verdades nos forman bajo su maternidad como discípulos fieles.

¿Quién soy? ¿Cuál es mi naturaleza? ¿Para qué me ha creado Dios? ¿Para quién me creó Dios? Las respuestas a estas preguntas afectan no solo cómo pienso sobre mí mismo, sino también cómo pienso sobre aquellos a quienes catequizo y cómo animo a cada uno de aquellos a quienes tengo el privilegio de enseñar a pensar sobre sí mismos. En este taller contemplamos las respuestas excepcionales que la fe cristiana da para responder a estas preguntas, respuestas que resaltan la increíble dignidad de cada persona. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

El es el Alfa y la Omega. El está en todo, antes que todo y a través de todo. El objetivo esencial y primordial de la catequesis es, usando una expresión muy querida por St. Pablo, “el misterio de Cristo”. (ver Catechesi Tradendae, sobre la catequesis en nuestro tiempo (CT) 5). Por lo tanto, todo aquel que enseñe la fe Católica debe estar inmerso en este misterio. Utilizando las Escrituras y el Catecismo de la Iglesia Católica (CEC), al igual que recientes documentos eclesiásticos, este taller presentará las doctrinas claves que deben ser enseñadas respecto a Jesucristo. Al analizar la obra de Jesús en las Escrituras, Sus relaciones, y Su manera de enseñar, ayudaremos a los catequistas a descifrar los misterios de Cristo, su Encarnación, Redención y Segunda Venida. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica 357). La dignidad de la persona humana reside en la relación. Reside ante todo en nuestra relación con Dios, Quien nos creó a Su imagen y nos llama siempre hacia Él. También reside en nuestras relaciones con los demás, que comparten nuestra humanidad. Cada uno de nuestros apostolados dentro de la Iglesia incluye un llamado a la relación y a fomentar relaciones sanas y sanadoras. Como aprenderemos en este taller, ciertas técnicas de comunicación son la base de todas las relaciones sanas y sanadoras. Los ministros parroquiales no son terapeutas, pero la práctica de estos principios básicos de comunicación fomentarán relaciones saludables e incluso ocacionarán la sanación en los que se sirven. Entonces iniciemos este taller, siempre conscientes de la preciosa dignidad de aquellos que nuestro Padre celestial pone en nuestro camino, y de la hermosa manera en que cada persona que encontramos tiene en sí misma la asombrosa identidad de ser un hijo de Dios.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . .  En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Nivel 2 Cursos requisitos en metodología para catequesis con adolescentes (obligatorio 4)

“La catequesis más efectiva para los jóvenes adultos forma parte de un programa integral de cuidado pastoral . . .” (Directorio Nacional de Catequesis, 217). La transmisión de la fe nunca es un trabajo genérico. Se sintoniza con la realidad de aquellos que se sienten atraídos a la bondad del Señor. Este taller analiza las características distintivas de la catequesis para adolescentes según el Directorio Nacional de Catequesis, con ejemplos prácticos de cómo utilizarlas en un entorno de pastoral juvenil.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras, ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo. . .” (Hebreos 1:1–2). Cuando la Segunda Persona de la Trinidad se hizo carne y habitó entre nosotros, todo cambió. Dios solía hablarnos a través de otros, pero ahora viene a nosotros personalmente. Este modelo de “ministerio relacional” debe estar como fundamento de nuestros esfuerzos de acompañar a los jóvenes. Para que el ministerio sea eficaz, debe ser intencional y consistentemente relacional. Tal como escribió San Juan Bosco “los jóvenes no solo deben ser amados, sino que deben notar que se les ama”. Aquí explicaremos cómo hacer esto de manera segura y eficaz en la cultura actual.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Una parte importante de ser un mentor es llegar a conocer realmente a las personas que tenemos bajo nuestro cuidado. En este taller, exploramos varios tipos de preguntas relacionadas con este trabajo de descubrimiento y examinaremos cuáles logran mejor el objetivo de revelar auténticamente los pensamientos y necesidades de esa persona para construir de manera productiva y sabia la relación de mentoría. Las preguntas deficientes resultan en oportunidades perdidas o en una comunicación débil. Las grandes preguntas realmente sirven para abrir el alma y construir una mentoría sólida. Enfatizaremos especialmente el valor de las preguntas abiertas orientadas a extraer la historia de vida de una persona.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

¿Qué es lo que más necesitan los jóvenes hoy en día? Como todos, necesitan tener un encuentro con el amor de Jesucristo que les abrirá los horizontes y llenará su vida con esperanza. Podemos facilitar este encuentro cuando formamos grupos con ambientes familiares, donde se habla en el idioma de los jóvenes, el idioma de amor. El P. Agustino Torres, CFR, nos da herramientas prácticas para empezar la pastoral juvenil en nuestra parroquia. No solo nos explica los pasos de cómo formar un grupo de liderazgo, cómo reconocer los tipos de jóvenes que nos pueden llegar y los diferentes tipos de eventos que debemos llevar a cabo, sino que también nos enseña cómo responder a sus preguntas e inquietudes más profundas. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Apéndice
Apéndice

El Directorio para la catequesis nos dice que “San Agustín señaló la niñez y la infancia como una época en la que se aprende el diálogo con el Maestro que habla en la intimidad. Es desde una edad temprana que el niño debe ser ayudado a percibir y desarrollar el sentido de Dios y la intuición natural de su existencia” (236). Nuestra capacidad de catequizar, de ayudarles a los niños a tener una relación con Jesucristo, ya sea como catequistas, padres, maestros de escuelas católicas, etc., no es simplemente una cuestión de nuestras habilidades de enseñanza. Más bien, la edad y el desarrollo de un niño, así como los factores ambientales, afectan la receptividad del niño hacia la fe. En este taller, exploraremos formas de elaborar nuestra catequesis en relación a las etapas de desarrollo de los niños, para poder guiarlos mejor a la intimidad con Jesucristo. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

En el Directorio para la catequesis leemos: “A lo largo de los siglos, la Iglesia nunca ha descuidado dar prioridad a la formación de los catequistas . . . La formación es un proceso permanente que, bajo la guía del Espíritu y en el seno vivo de la comunidad cristiana, ayuda al bautizado a tomar forma. . ." (130-131). Este hermoso documento destaca para nosotros la increíble vocación que es la catequesis y la importancia de nuestra formación como catequistas. Dios llama a los catequistas y maestros de religión a llevar a Jesucristo al mundo, y para ello, los catequistas y maestros tienen una necesidad constante de acercarse más a Dios. En este taller exploraremos algunos de los principios planteados en el regalo que es este Directorio para la catequesis, conociendo la identidad del catequista y cómo formarse bien en el trabajo de la catequesis. Si tu eres un líder catequético parroquial, sacerdote, catequista o alguien más encargado del trabajo de formar a otros catequistas y maestros, seguramente te beneficiarás de lo mucho que el Directorio para la catequesis tiene para ofrecer, lo cual es el enfoque de este taller.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Guiar a los niños en los caminos de la fe y llevarlos a una relación de amor con la Santísima Trinidad es un ministerio al que muchos de nosotros somos llamados en diversas capacidades: como padres, padrinos, catequistas, ministros de jóvenes, maestros de escuelas católicas, sacerdotes, etcétera. Para todos los que tenemos niños bajo nuestro cuidado, surge la pregunta: ¿Cómo nos encontramos con cada niño individualmente, hablándole con la verdad y guiándolo de tal manera que le ayude a tener una relación con Jesús para toda la vida? Este taller te brindará una oportunidad para considerar tu propia relación con Dios, ya que no podemos transmitir efectivamente una relación con nuestro Padre Celestial si nosotros mismos no estamos arraigados en dicha relación. También te proporcionará formas de obtener un conocimiento más profundo de los niños que están bajo tu cuidado para que puedas comprender mejor cómo Dios puede obrar a través de ti, ayudándolos en su camino hacia la santidad al formar sus mentes, corazones y almas.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . .  En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Dios es quien primero llama al hombre . . . el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) 2567). Dios continuamente nos llama hacia a Él para que podamos crecer en intimidad con Él. El Señor también nos llama a participar en Su plan de salvación. Este llamado implica una vocación, y en el centro de nuestra respuesta al Señor hay una ofrenda de fe, obediencia y amor. En este taller reflexionaremos sobre lo que es una vocación por medio de una reflexión orante sobre la vocación de Moisés, los doce apóstoles y la Santísima Virgen María conservada en la Sagrada Escritura. Esta reflexión nos ayudará a reconocer el llamado de Dios en nuestro propio corazón para que podamos responder libremente a lo que Él nos invita. Iniciemos este taller con un espíritu de oración, con el corazón bien abierto, dispuestos a descubrir lo que Dios ha revelado en la Sagrada Escritura sobre Su llamado para nuestras vidas. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica 357). La dignidad de la persona humana reside en la relación. Reside ante todo en nuestra relación con Dios, Quien nos creó a Su imagen y nos llama siempre hacia Él. También reside en nuestras relaciones con los demás, que comparten nuestra humanidad. Cada uno de nuestros apostolados dentro de la Iglesia incluye un llamado a la relación y a fomentar relaciones sanas y sanadoras. Como aprenderemos en este taller, ciertas técnicas de comunicación son la base de todas las relaciones sanas y sanadoras. Los ministros parroquiales no son terapeutas, pero la práctica de estos principios básicos de comunicación fomentarán relaciones saludables e incluso ocacionarán la sanación en los que se sirven. Entonces iniciemos este taller, siempre conscientes de la preciosa dignidad de aquellos que nuestro Padre celestial pone en nuestro camino, y de la hermosa manera en que cada persona que encontramos tiene en sí misma la asombrosa identidad de ser un hijo de Dios.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Nivel 1 Catequista de niños
Nivel 1 Catequista de niños

Este taller explora el elemento esencial en la misión de transmitir la fe: . Debido a que el contenido de la fe es una Persona, Cristo, la persona del catequista es fundamental. La vocación del catequista es la de ser testigo de la bondad de Cristo, de Su santo celo, de Su ejemplo — de ser como el Maestro. “. . . [C]ualquiera que sea su responsabilidad en la Iglesia, debe ser la de comunicar, a través de su enseñanza y su comportamiento, la doctrina y la vida de Jesús” (Juan Pablo II, Exhortación apostólica, La Catequesis en Nuestro Tiempo, Catechesi tradendae (CT) 6). Este llamado es a la vez tan gozoso y emocionante como al mismo tiempo dificil porque conlleva una gran responsabilidad. Se trata de una obra sobrenatural, más allá de nuestras capacidades naturales. “La catequesis . . . es por consiguiente una obra del Espíritu Santo, obra que sólo Él puede suscitar y alimentar en la Iglesia” (CT 72). Y se sostiene en ti. Este taller es un punto de partida que ofrece inspiración, visión y guía para animar a los catequistas en su esfuerzo por vivir su vocación privilegiada. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Lo que existía desde el principio . . . Lo que hemos visto y oído, se lo anunciamos también a ustedes . . .” (1 Juan 1:1, 3). San Juan Pablo II proclamó que, “El fin definitivo de la catequesis es poner a uno no sólo en contacto sino en comunión, en intimidad con Jesucristo . . .” (Exhortación apostólica, Sobre la catequesis en nuestro tiempo” Catechesi tradendae (CT) 5). La labor de catequesis no es solamente “educación”, si no “intimidad con Jesucristo”. Dios quiere hacerse conocer, comunicar Su propia vida divina a cada uno de nosotros y hacernos capaces de responderle. Dios, gradualmente, “va quitándose el velo” (ver 2 Corintios 3:14–16) por medio de hechos y palabras, pero especialmente en Jesucristo, el mediador y plenitud de toda la Revelación. Por su Revelación, Dios ha respondido a todas las preguntas de la condición humana. Dios quiere que todos se salven, así que Él organizó que Su Revelación se preservara completa para ser transmitida a todas las generaciones. Este taller está enfocado en la labor apostólica de transmitir las verdades de la fe de una manera orgánica y sistemática. Esta labor es realizada para hacer discípulos de Cristo e iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana a través del encuentro y la comunión con Cristo el Pedagogo. “Toda la finalidad de la doctrina y de la enseñanza debe ser puesta en el amor que no acaba” (Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) 25).

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

El Directorio para la catequesis nos dice que “San Agustín señaló la niñez y la infancia como una época en la que se aprende el diálogo con el Maestro que habla en la intimidad. Es desde una edad temprana que el niño debe ser ayudado a percibir y desarrollar el sentido de Dios y la intuición natural de su existencia” (236). Nuestra capacidad de catequizar, de ayudarles a los niños a tener una relación con Jesucristo, ya sea como catequistas, padres, maestros de escuelas católicas, etc., no es simplemente una cuestión de nuestras habilidades de enseñanza. Más bien, la edad y el desarrollo de un niño, así como los factores ambientales, afectan la receptividad del niño hacia la fe. En este taller, exploraremos formas de elaborar nuestra catequesis en relación a las etapas de desarrollo de los niños, para poder guiarlos mejor a la intimidad con Jesucristo. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Nivel 2 Catequista de niños
Nivel 2 Cursos requisitos

La Santísima Trinidad es el misterio más importante: el Único Dios es una unidad de Tres Personas. La Trinidad también es nuestra morada final, la meta de nuestra vida. Este misterio, revelado en Jesús, ilumina a todos los otros misterios cristianos. Saber que Dios, el Creador del cielo y de la tierra, es una unidad de Personas amorosas, cambia nuestro entendimiento de todo. Muchas religiones creen en un Dios, pero nada se compara a la creencia cristiana de un Dios que es una comunión de Personas, nombradas para nosotros por Jesús como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Algunos planes de estudio incluyen a la Trinidad simplemente como una doctrina entre otras. Este taller nos ayudará a entender cómo enseñar eficazmente la centralidad de la Trinidad, como la meta y cima de la vida de cada cristiano. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Jesús instituyó los sacramentos durante Su ministerio terrenal, y los confió a la Iglesia para que pudiera continuar Su obra de salvación y redención. En cuanto a los sacramentos, la Iglesia nos enseña que, “Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios; pero, en cuanto signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino que, a la vez, la alimentan, la robustecen y la expresan . . .” (Constitución Dogmática sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum concilium, SC, 59). A través de los sacramentos, Dios derrama Su vida divina en nuestras almas, nos transforma para ser más como Él y nos fortalece en la fe, la esperanza y la caridad, para que podamos estar unidos a Él y permanecer fieles a la obra que se nos ha encomendado. En este taller, aprenderemos más sobre los sacramentos, profundizaremos en nuestro aprecio por los sacramentos y estaremos mejor preparados para participar en la vida sacramental de la Iglesia.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de William H. Sadlier, Inc.

Este taller ofrece un esquema resumido de los principios básicos de la moral católica y cómo nuestra vida moral está arraigada no solo en un código de ética o un conjunto de reglas, sino profundamente en la Persona de Jesús. Habla sobre algunos de los principales problemas morales que enfrentamos en nuestra sociedad hoy, y prepara a todos los que enseñan la fe, ya sean líderes en el ministerio de jóvenes, catequistas, maestros de escuelas católicas, etc., con las herramientas para establecer una base segura para poder tener un pensamiento moral correcto, tanto nosotros mismos como también aquellos a quienes servimos. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Dios es Santo, y llama a Su Pueblo hacia Su Presencia para que participe en Su vida de eterna felicidad: “Sean, pues, santos porque yo soy santo” (Biblia Latinoamericana (BL), Levítico 11:45; también ver 1 Pedro 1:15-16). El Concilio Vaticano II renovó la conciencia de la Iglesia sobre este llamado en su Constitución Dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium: Capitulo Cinco, titulado “Universal Vocación a la Santidad en la Iglesia”. En este taller, le permitiremos a la Madre Iglesia enseñarnos acerca de este llamado, el cual impacta a cada uno de nosotros. Exploraremos los retos que implica nuestra respuesta a este llamado, y celebraremos las gracias que Dios nos da para nuestra santificación.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Conocer y comprender las Sagradas Escrituras es esencial en la vida de un catequista. Este taller explorará cómo la Palabra de Dios, transmitida en la Sagradas Escrituras, fundamenta y profundiza nuestra relación con Jesucristo y Su Iglesia. En las Sagradas Escrituras, vemos el amplio plan de Dios, la historia de la salvación revelada. Escuchamos Su asombrosa y constante invitación a vivir en comunión con Él. Las Sagradas Escrituras deben inspirar e impregnar todas las formas de catequesis, así como nuestra vida personal como catequistas. Al crear planes de lecciones cimentados en las Sagradas Escrituras, fomentamos un encuentro profundo con lo Divino: amor y desafío, sabiduría y esperanza, perdón y misericordia, y a su vez los medios para conocer a Dios y conocernos a nosotros mismos. Al contemplar las Sagradas Escrituras en cada sesión de catequesis, descubrimos el misterio de Cristo, revelando a aquellos a quienes enseñamos a Aquel que desean conocer, fomentando una intimidad con Dios que cambiará sus vidas.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

La Iglesia es el Cuerpo de Cristo en la Tierra. La Iglesia que Cristo fundó es la continuación de Su historia en la Tierra. Las gracias confiadas a Ella hacen posible una explosión de santidad en la familia humana. La revelación de la verdad confiada a Ella hace posible nuestro regreso seguro a los brazos del Padre. La misión otorgada a Ella abarca toda actividad humana, y trasciende toda debilidad humana, a fin de que el Espíritu de Dios pueda continuar avanzando para cumplir la promesa de Cristo: “Yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Este taller explorará la gloriosa convocatoria de Dios a las almas que nosotros llamamos la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Nivel 2 Optativos (3 obligatorios)

El Padre de la Iglesia, San Jerónimo, dijo que “a los demás se distribuye con medida, pero en María se derramó al mismo tiempo toda la plenitud de la gracia”. Hija del Padre, Madre del Hijo, Esposa del Espíritu, la Santísima Virgen ocupa un lugar profundamente único en el Cuerpo Místico. Ella es la criatura más excelsa de la Iglesia, modelo por excelencia de la fe, la esperanza y el amor para todos los cristianos. El Papa San Juan Pablo II dice de ella, “¡Salve santa María, espejo sin mancha! En ti la Iglesia contempla la purísima imagen de su gloria futura!” (San Juan Pablo II, Audiencia General, 3 de septiembre de 1997). Este taller analiza lo que Dios reveló a la Iglesia sobre Nuestra Señora y cómo esas verdades nos forman bajo su maternidad como discípulos fieles.

¿Quién soy? ¿Cuál es mi naturaleza? ¿Para qué me ha creado Dios? ¿Para quién me creó Dios? Las respuestas a estas preguntas afectan no solo cómo pienso sobre mí mismo, sino también cómo pienso sobre aquellos a quienes catequizo y cómo animo a cada uno de aquellos a quienes tengo el privilegio de enseñar a pensar sobre sí mismos. En este taller contemplamos las respuestas excepcionales que la fe cristiana da para responder a estas preguntas, respuestas que resaltan la increíble dignidad de cada persona. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

El es el Alfa y la Omega. El está en todo, antes que todo y a través de todo. El objetivo esencial y primordial de la catequesis es, usando una expresión muy querida por St. Pablo, “el misterio de Cristo”. (ver Catechesi Tradendae, sobre la catequesis en nuestro tiempo (CT) 5). Por lo tanto, todo aquel que enseñe la fe Católica debe estar inmerso en este misterio. Utilizando las Escrituras y el Catecismo de la Iglesia Católica (CEC), al igual que recientes documentos eclesiásticos, este taller presentará las doctrinas claves que deben ser enseñadas respecto a Jesucristo. Al analizar la obra de Jesús en las Escrituras, Sus relaciones, y Su manera de enseñar, ayudaremos a los catequistas a descifrar los misterios de Cristo, su Encarnación, Redención y Segunda Venida. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica 357). La dignidad de la persona humana reside en la relación. Reside ante todo en nuestra relación con Dios, Quien nos creó a Su imagen y nos llama siempre hacia Él. También reside en nuestras relaciones con los demás, que comparten nuestra humanidad. Cada uno de nuestros apostolados dentro de la Iglesia incluye un llamado a la relación y a fomentar relaciones sanas y sanadoras. Como aprenderemos en este taller, ciertas técnicas de comunicación son la base de todas las relaciones sanas y sanadoras. Los ministros parroquiales no son terapeutas, pero la práctica de estos principios básicos de comunicación fomentarán relaciones saludables e incluso ocacionarán la sanación en los que se sirven. Entonces iniciemos este taller, siempre conscientes de la preciosa dignidad de aquellos que nuestro Padre celestial pone en nuestro camino, y de la hermosa manera en que cada persona que encontramos tiene en sí misma la asombrosa identidad de ser un hijo de Dios.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . .  En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Nivel 2 Cursos requisitos en metodología para catequista con niños (4 obligatorios)

El Directorio para la catequesis nos dice que “San Agustín señaló la niñez y la infancia como una época en la que se aprende el diálogo con el Maestro que habla en la intimidad. Es desde una edad temprana que el niño debe ser ayudado a percibir y desarrollar el sentido de Dios y la intuición natural de su existencia” (236). Nuestra capacidad de catequizar, de ayudarles a los niños a tener una relación con Jesucristo, ya sea como catequistas, padres, maestros de escuelas católicas, etc., no es simplemente una cuestión de nuestras habilidades de enseñanza. Más bien, la edad y el desarrollo de un niño, así como los factores ambientales, afectan la receptividad del niño hacia la fe. En este taller, exploraremos formas de elaborar nuestra catequesis en relación a las etapas de desarrollo de los niños, para poder guiarlos mejor a la intimidad con Jesucristo. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“La santa madre Iglesia desea ardientemente que se lleve a todos los fieles a aquella participación plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas que exige la naturaleza de la Liturgia” (Constitución sobre la Santa Liturgia del Concilio Vaticano II,  Sacrosanctum concilium 14). La Iglesia desea que todos nosotros — incluyendo los niños — participemos de manera plena y activa en la liturgia eucarística, la santa Misa, para que experimentemos la belleza que está presente en cada Misa y la alegría de permitir que Jesús nos ayude a convertirnos en las personas que él nos ha creado a ser por medio de esta celebración. Cada gesto y cada palabra de la Misa tiene un significado, y los niños — cuando se les enseña el significado concreto de cada elemento—pueden de manera alegre y entusiasta participar en la Misa y encontrarse con la persona de Jesús. Éste taller ofrece un método para introducir a los niños a la liturgia, para que ellos puedan participar en los ritos litúrgicos y vivir la Misa con todo su ser.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Guiar a los niños en los caminos de la fe y llevarlos a una relación de amor con la Santísima Trinidad es un ministerio al que muchos de nosotros somos llamados en diversas capacidades: como padres, padrinos, catequistas, ministros de jóvenes, maestros de escuelas católicas, sacerdotes, etcétera. Para todos los que tenemos niños bajo nuestro cuidado, surge la pregunta: ¿Cómo nos encontramos con cada niño individualmente, hablándole con la verdad y guiándolo de tal manera que le ayude a tener una relación con Jesús para toda la vida? Este taller te brindará una oportunidad para considerar tu propia relación con Dios, ya que no podemos transmitir efectivamente una relación con nuestro Padre Celestial si nosotros mismos no estamos arraigados en dicha relación. También te proporcionará formas de obtener un conocimiento más profundo de los niños que están bajo tu cuidado para que puedas comprender mejor cómo Dios puede obrar a través de ti, ayudándolos en su camino hacia la santidad al formar sus mentes, corazones y almas.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . .  En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Apéndice
Apéndice

El Directorio para la catequesis nos dice que “San Agustín señaló la niñez y la infancia como una época en la que se aprende el diálogo con el Maestro que habla en la intimidad. Es desde una edad temprana que el niño debe ser ayudado a percibir y desarrollar el sentido de Dios y la intuición natural de su existencia” (236). Nuestra capacidad de catequizar, de ayudarles a los niños a tener una relación con Jesucristo, ya sea como catequistas, padres, maestros de escuelas católicas, etc., no es simplemente una cuestión de nuestras habilidades de enseñanza. Más bien, la edad y el desarrollo de un niño, así como los factores ambientales, afectan la receptividad del niño hacia la fe. En este taller, exploraremos formas de elaborar nuestra catequesis en relación a las etapas de desarrollo de los niños, para poder guiarlos mejor a la intimidad con Jesucristo. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

En el Directorio para la catequesis leemos: “A lo largo de los siglos, la Iglesia nunca ha descuidado dar prioridad a la formación de los catequistas . . . La formación es un proceso permanente que, bajo la guía del Espíritu y en el seno vivo de la comunidad cristiana, ayuda al bautizado a tomar forma. . ." (130-131). Este hermoso documento destaca para nosotros la increíble vocación que es la catequesis y la importancia de nuestra formación como catequistas. Dios llama a los catequistas y maestros de religión a llevar a Jesucristo al mundo, y para ello, los catequistas y maestros tienen una necesidad constante de acercarse más a Dios. En este taller exploraremos algunos de los principios planteados en el regalo que es este Directorio para la catequesis, conociendo la identidad del catequista y cómo formarse bien en el trabajo de la catequesis. Si tu eres un líder catequético parroquial, sacerdote, catequista o alguien más encargado del trabajo de formar a otros catequistas y maestros, seguramente te beneficiarás de lo mucho que el Directorio para la catequesis tiene para ofrecer, lo cual es el enfoque de este taller.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Guiar a los niños en los caminos de la fe y llevarlos a una relación de amor con la Santísima Trinidad es un ministerio al que muchos de nosotros somos llamados en diversas capacidades: como padres, padrinos, catequistas, ministros de jóvenes, maestros de escuelas católicas, sacerdotes, etcétera. Para todos los que tenemos niños bajo nuestro cuidado, surge la pregunta: ¿Cómo nos encontramos con cada niño individualmente, hablándole con la verdad y guiándolo de tal manera que le ayude a tener una relación con Jesús para toda la vida? Este taller te brindará una oportunidad para considerar tu propia relación con Dios, ya que no podemos transmitir efectivamente una relación con nuestro Padre Celestial si nosotros mismos no estamos arraigados en dicha relación. También te proporcionará formas de obtener un conocimiento más profundo de los niños que están bajo tu cuidado para que puedas comprender mejor cómo Dios puede obrar a través de ti, ayudándolos en su camino hacia la santidad al formar sus mentes, corazones y almas.

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. . .  En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora” (Catecismo de la Iglesia Católica 1655, 1656). La participación de Jesús en una familia hace especial hincapié en la vida familiar. Los padres son los principales educadores de sus hijos y las familias cristianas son lugares donde la luz de la fe es “irradiada” al mundo. La familia cristiana es la iglesia doméstica, porque es en la familia donde padres e hijos oran, sacrifican, adoran, viven la caridad y ofrecen testimonio de una vida santa. Este taller enseña qué es la iglesia doméstica y cómo Dios nos salva en y a través de la familia y la comunidad que Dios nos ha dado. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Dios es quien primero llama al hombre . . . el Dios vivo y verdadero llama incansablemente a cada persona . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) 2567). Dios continuamente nos llama hacia a Él para que podamos crecer en intimidad con Él. El Señor también nos llama a participar en Su plan de salvación. Este llamado implica una vocación, y en el centro de nuestra respuesta al Señor hay una ofrenda de fe, obediencia y amor. En este taller reflexionaremos sobre lo que es una vocación por medio de una reflexión orante sobre la vocación de Moisés, los doce apóstoles y la Santísima Virgen María conservada en la Sagrada Escritura. Esta reflexión nos ayudará a reconocer el llamado de Dios en nuestro propio corazón para que podamos responder libremente a lo que Él nos invita. Iniciemos este taller con un espíritu de oración, con el corazón bien abierto, dispuestos a descubrir lo que Dios ha revelado en la Sagrada Escritura sobre Su llamado para nuestras vidas. 

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor . . .” (Catecismo de la Iglesia Católica 357). La dignidad de la persona humana reside en la relación. Reside ante todo en nuestra relación con Dios, Quien nos creó a Su imagen y nos llama siempre hacia Él. También reside en nuestras relaciones con los demás, que comparten nuestra humanidad. Cada uno de nuestros apostolados dentro de la Iglesia incluye un llamado a la relación y a fomentar relaciones sanas y sanadoras. Como aprenderemos en este taller, ciertas técnicas de comunicación son la base de todas las relaciones sanas y sanadoras. Los ministros parroquiales no son terapeutas, pero la práctica de estos principios básicos de comunicación fomentarán relaciones saludables e incluso ocacionarán la sanación en los que se sirven. Entonces iniciemos este taller, siempre conscientes de la preciosa dignidad de aquellos que nuestro Padre celestial pone en nuestro camino, y de la hermosa manera en que cada persona que encontramos tiene en sí misma la asombrosa identidad de ser un hijo de Dios.  

La creación de este taller fue posible gracias a una generosa subvención de Our Sunday Visitor.

Getting Started – Foundational Workshops
Core Workshops

Pope Benedict XVI stated that, “the ancient tradition of Lectio Divina… will bring to the Church a new spiritual springtime.”  Come and experience the prayerful pondering of sacred Scripture in the timeless Lectio Divina in which the Holy Spirit makes a connection between the passage and one’s own life.  This way of praying with the Word of God incorporates the natural development of relationship, which derives from the way God has touched and drawn human hearts down through the ages.  During this workshop, you will learn the four stages of Lectio Divina, which will help prepare you to share in this rich treasure of prayer.

 

God is the Holy One, and He calls His People to Himself to share in His life of everlasting happiness: “Be holy as I am holy” (Leviticus 11:45; also see 1 Peter 1:15–16). The Second Vatican Council renewed the Church’s awareness of this call in its Dogmatic Constitution On the Church, Lumen gentium: Chapter Five, which is titled “The Universal Call to Holiness.” In this workshop, we allow Mother Church to teach us about this call, a call impacting each one of us. We explore the challenges involved in making our response to this call, and celebrate the graces that God gives us for our sanctification. This workshop's creation was made possible through a generous grant by the Our Sunday Visitor Institute.

Who am I? What is my nature? What has God created me for? Who has God created me for? The answers to these questions affect not only how I think about myself, but also how I think about those whom I catechize and how I encourage each of those whom I have the privilege of teaching to think about themselves. In this workshop we contemplate the unique answers that the Christian faith gives to these questions, answers that highlight the incredible dignity of every person. This workshop's creation was made possible through a generous grant by the Our Sunday Visitor Institute.

Disciples on Mission
Core Workshops

“‘And going out about the third hour he saw others standing idle in the market place; and to them he said, “You go into the vineyard too . . .” So they went’” (Matthew 20:3–4). We are invited by Jesus to participate in His work of redemption and sanctification; He calls us to come close to Him and sends us out to labor in His vineyard. As members of the laity, we labor in the vineyard in a unique way by being in the world and not of the world. St. John Paul II deepened the Church’s understanding of the role of the laity in the Church and in the world in his Post-Synodal Apostolic Exhortation “On the Vocation and the Mission of the Lay Faithful in the Church and in the World,” Christifideles laici. This workshop unpacks the teaching of St. John Paul II in this document and describes the essential role of every lay person and how to apply it to the concrete circumstances of our own lives. This workshop's creation was made possible through a generous grant by the Our Sunday Visitor Institute.

“. . . thus says the Lord . . . ‘Fear not, for I have redeemed you; I have called you by name, you are mine’” (Isaiah 43:1). Through the saving life, death, and Resurrection of Jesus Christ, we have been redeemed and called to know a sense of our belonging to the Blessed Trinity — Father, Son, and Holy Spirit. This proclamation of the Good News of the Gospel, the kerygma, is the message we are called to share with all those we catechize, and the great story of God’s loving plan for our salvation and what He calls us to be. In order to proclaim the kerygma to any audience in a way that can be heard and inculcated — such that they desire to run to their Savior and return His love — it is important for us to understand the content of the kerygma, its different formulations, and the context in which we will be sharing it. This workshop will explore the essence of the kerygma and ways to effectively share it with the particular audience we have in front of us.  This workshop's creation was made possible through a generous grant by the Our Sunday Visitor Institute.

Pastoral Accompaniment
Core Workshops

“Being in the image of God the human individual possesses the dignity of a person, who is not just something, but someone. He is capable of self-knowledge, of self-possession and of freely giving himself and entering into communion with other persons. And he is called by grace to a covenant with his Creator, to offer him a response of faith and love . . .” (Catechism of the Catholic Church 357). The dignity of the human person dwells in relationship. It resides first and foremost in our relationship with God, Who created us in His image and calls us always to Himself. It resides, as well, in our relationships with others, who share in our humanity. Each of our ministries within the Church includes a call to relationship, and always a call to foster healthy and healing relationships. As we will learn in this workshop, certain communication skills underlie all healthy, healing relationships. Parish ministers are not therapists, but practicing these healthy ways of communicating encourages healthy relationships and can even foster healing amidst those they serve. Let us approach this workshop, then, ever mindful of the precious dignity of those our heavenly Father places in our path, and of the beautiful way in which each person we encounter holds within him or herself the astounding identity of being a child of God.

Empathic listening makes a profound impact on mentoring relationships and in the mentor’s ability to influence effectively someone seeking guidance. When mentors ask good questions, they demonstrate a sincere interest in getting to know those in their care. Such questions orient the relationship towards more authentic sharing, and thereby allows the Holy Spirit to foster spiritual progress and genuine openness to God’s will. This workshop is intended to complement the workshop on asking good questions. Empathic listening is the counterpart skill that enables mentors to truly understand another person intellectually as well as emotionally. As well as addressing the meaning of empathy, we discuss how Jesus provides the superlative pattern for this service to souls. This workshop's creation was made possible through a generous grant by the Our Sunday Visitor Institute.

Catechetical Leaders
Core Workshops

Christ our Lord had wonderful times with his apostolic band – “You are my friends” (John 15:13) – and tough times as well – “How much longer must I be among you and put up with you!” (Luke 9:41). The volunteer catechists we have the privilege of serving alongside of and leading in ministry merit our best efforts in training and equipping them for the ministry to which they are called. This highly practical pair of workshops examines the type of person who volunteers to be a catechist, reasons for volunteering, where to find volunteer catechists, screening prospects, the dynamics of working together in a parish program, addressing problem situations which may arise among or with catechists. We offers specific practical strategies for forming and training catechists in four critical areas: human, spiritual, doctrinal and apostolic. The aim of this pair of workshops is to place integral formation of people at the top of the list of priorities of a parish catechetical leader, to make possible a successful sharing of outreach to any age in every parish.

Christ our Lord had wonderful times with his apostolic band – “You are my friends” (John 15:14) – and tough times as well – “How much longer must I be among you and put up with you!” (Luke 9:41).  The volunteer catechists we have the privilege of serving alongside of and leading in ministry merit our best efforts in training and equipping them for the ministry to which they are called. This highly practical pair of workshops examines the type of person who volunteers to be a catechist, reasons for volunteering, where to find volunteer catechists, screening prospects, the dynamics of working together in a parish program, addressing problem situations which may arise among or with catechists. We offer specific practical strategies for forming and training catechists in four critical areas: human, spiritual, doctrinal and apostolic. The aim of this pair of workshops is to place integral formation of people at the top of the list of priorities of a parish catechetical leader, to make possible a successful sharing of outreach to any age in every parish.

Catechists
Core Workshops

This workshop explores the most critical element in the graced work of passing on the faith — you. Because the content of the faith is a Person — the Person of Christ — the person of the catechist is pivotal for success. The vocation of the catechist is to be a witness of Christ’s goodness, of His zeal, of His ways, of Him — to be like the Master. “Whatever be the level of his responsibility in the Church, every catechist must constantly endeavor to transmit by his teaching and behavior the teaching and life of Jesus” (St. John Paul II, Apostolic Exhortation "On Catechesis in Our Time," Catechesi tradendae (CT) 6). This calling is both joyfully thrilling, and jarringly daunting. It is a supernatural work, beyond our natural capacities. “Catechesis . . . is consequently a work of the Holy Spirit, a work that He alone can initiate and sustain in the Church” (CT 72). And sustain in you. This foundational workshop offers inspiration, insight, and guidance to encourage catechists as they strive to live out their privileged vocation.

In order to pass on the truths of Faith in season and out, the catechist must be securely grounded in Christ. This workshop will consider the richness of the Catholic spiritual life as it pertains specifically to the life of the catechist. Prayer is not the “last ditch effort” of defense for us as catechists, but our first line of defense - the wings on which every effort should soar. Our society often has trouble recognizing that the invisible spiritual realities are in fact “more real,” and certainly more lasting, than the physical realities we touch, see, hear, and experience daily. A review of the spiritual tools of the trade is thus appropriate to help us as catechists joyfully incorporate prayer as our first, middle, and last act of the day, and of the teaching session, creating an environment for catechesis that is permeated by prayer.

The goal of catechesis is participation in God’s life. It is critical that catechists learn how to effectively engage the young mind and heart of each child, encourage each child to respect and love the things of the faith, and help each child discover the wonderful love of a gentle Father. This very basic workshop focuses on the most fundamental catechetical methodologies that will enable the catechist of children to facilitate intimacy with God and fidelity to the Church. Methods and techniques will be demonstrated that encourage children to grow in wonder and awe, as they deepen their love for God and His truths. This workshop's creation was made possible through a generous grant by the Our Sunday Visitor Institute.

Throughout the generations, the Word of God has been handed on as a precious jewel. The Church has guarded this Deposit of Faith so that the saving message of hope might shine out for all to see. Now it is up to us. It is our turn to hand on this jewel, unscathed. It is up to us to catechize, continuing the unbroken chain of passing on the faith throughout the ages. The term catechesis comes from two Greek words meaning, “to echo down,” reflecting the call to us to “echo down,” to hand on, the whole of the faith in its saving fullness. This Deposit of Faith is summed up for our times in the Catechism of the Catholic Church. We will look at this important teaching tool for catechesis in this workshop, to discover how we, too, can effectively pass on the precious deposit of Christian teaching. And in learning how to do this, we are able to insert our own name into St. Paul’s exhortation, “O catechist, guard what has been entrusted to you.”

 

“Mother Church earnestly desires that all the faithful should be led to that fully conscious, and active participation in liturgical celebrations which is demanded by the very nature of the liturgy” (Second Vatican Council’s Constitution On the Sacred Liturgy, Sacrosanctum concilium, SC, 14). Mother Church desires that all of us — children included — fully and actively participate in the Eucharistic liturgy, the Holy Mass, so that we may experience the beauty and profundity that is present in every moment of the Mass and the joy of allowing Jesus to help us become the persons He has created us to be through its celebration. Every gesture and word of the Mass has significance, and children — when taught the concrete meaning of each element —can joyfully and excitedly engage with the Mass and encounter the Person of Jesus. This workshop offers a method to introduce the liturgy to children, in order for them to enter into the liturgical rites and to pray the Mass to the best of their abilities.  This workshop's creation was made possible through a generous grant by William H. Sadlier, Inc.

Youth Ministry
Core Workshops

What is good youth ministry in today’s Church? Every ministry to young people needs to have a clear mission and purpose, rooted in the larger mission of the Church, and needs to be able to identify clear values in the way that ministry is carried out. In this workshop, we look specifically at the essential components to a vibrant, effective approach to parish ministry for young people.

The responsibility of passing on the faith to a young person begins first and foremost with his or her family, particularly the parents. St. John Paul II wrote that catechesis within the family has “a special character, which is in a sense irreplaceable” (Catechesi tradendae, CT, 68). Though the teenage years are often characterized as a time of rebellion from the family, the ‘National Study of Youth and Religion’ found that a young person is more likely than not to reflect the religiosity of his or her parents. Parents are the hinge-point of successfully and consistently reaching most teens. It is therefore essential that those in youth ministry understand that their role is to provide support for families, empower them, and partner with them.

Faith seeks understanding. Yet, understanding the social teachings of the Catholic Church is not enough. Teens need to be drawn into the apostolic life and mission of the Church, and be given tangible opportunities to experience that life at work. This workshop addresses the critical nature of outreach and service, and offers excellent resources for mobilizing teens for service and leadership. It also addresses the apostolic nature of the Church, and the great gift of priestly and religious vocations, helping youth ministers to understand how to draw young people into a greater awareness of that gift.

“At many moments in the past and by many means, God spoke to our ancestors through the prophets; but in our time, the final days, he has spoken to us in the person of his Son…” (Hebrews 1:1-2). When the Second Person of the Trinity became flesh and dwelt among us, everything changed. He used to speak through others, now He comes to us personally. This model of “incarnational ministry” should be at the foundation of our efforts to reach teens. For ministry to be effective, it has to be intentionally and consistently relational. As St. John Bosco once wrote that it was important “not only that the (youth) be loved, but that they know they are loved.” We explore how to do that safely and effectively in the current culture.

Young Adults
Core Workshops

He is the Alpha and the Omega.  He is in all, before all, through all.  The primary and essential object of catechesis is, to use an expression dear to St. Paul, “the mystery of Christ.” (CT 5)  Therefore everyone who teaches the Catholic faith must be immersed in this mystery.  Using Scripture and the Catechism of the Catholic Church, as well as recent ecclesial documents, this workshop will present the key doctrines that must be taught concerning Jesus Christ.  By examining Jesus’ actions in Scripture, His relationships, and His ways of teaching, we will help catechists unlock the mysteries of Christ, His Incarnation, Redemption, and Second Coming.  This workshop's creation was made possible through a generous grant by William H. Sadlier, Inc.

 

The Church is the Body of Christ on Earth. The Church Christ founded is His continued history on Earth. The graces entrusted to her make possible an explosion of sanctity in the human family. The revelation of truth entrusted to her makes possible our secure return to the Father’s arms. The mission entrusted to her engages all human endeavors, and transcends all human failings, so that God’s Spirit can go forth to fulfill Christ’s promise to “make all things new” (Revelation 21:5). This workshop will explore God’s magnificent convocation of souls that we call the one, holy, catholic, and apostolic Church.

This workshop offers a summary outline of the basic principles of Catholic morality and how our moral life is rooted, not merely in a code of ethics or a set of rules, but profoundly in the Person of Jesus. It discusses some of the major moral issues we face in our society today, and equips all who teach the faith — whether youth ministers, catechists, Catholic school teachers, and so on — with the tools to establish a sure foundation for right moral thinking, both in themselves and in those to whom they minister.

OCIA Teams
Core Workshops

What is our purpose and goal as ministers in the Church in an OCIA process? To make new Catholics? To spread the Gospel? To run a good process? Our purpose and goal must transcend the “how” of OCIA and begin with the “why.” The restoration of the catechumenal process is a reflection of the Church’s wisdom in going back to a tried and true practice in order to lovingly bring people into Her fold. It is a restoration of grace for those who are seeking Christ and His one, holy, catholic, and apostolic Church. This workshop inaugurates the necessary vision to develop excellent parish-based OCIA ministry, beginning with a call to trust the wisdom of Holy Mother Church in Her discernment to gift the modern world with a way of Christian initiation unparalleled in its beauty and power. Only in the light of this trust and deep understanding of the OCIA process, as the Church intends it to be implemented, does the full purpose and potential of the initiation journey become clear and attainable.

As we move forward, please note that the videos for this workshop were made before RCIA was updated to OCIA. You may notice that the quotes in the videos are from the previous rite book and differ from the current OCIA text. The tasks for this workshop, however, have been updated with the current OCIA language. Even though the OCIA rite book has been updated, the heart of the OCIA process — conversion — has not changed. This workshop is still applicable and beneficial to you and your OCIA process, so that you can better minister to those entrusted to you.

It is into the great mystery of the Father’s saving love through Christ Jesus that all believers are called.  And it is this great mystery that all the institutions of the Church, each and every one of them, exist to serve. The OCIA has no other purpose than the service of the holy mystery, the saving sacrament, of Christ present and active in His living Body.  The renewal of the process of Christian initiation stands as one of the most important and successful features of modern liturgical renewal. Since its promulgation in 1972 and its further elaboration under the auspices of the National Conference of Catholic Bishops in 1988, the Order of Christian Initiation of Adults has been among the most pastorally effective features of Catholic life in the United States.  And yet all is not well. The very fact that the challenge is conversion, the conforming of imperfect men and women to Christ, means that the process will never be perfect. Initiation is, after all, the beginning of a process which has its ending in eternity. However, there are problems that are more concrete and, for that reason, can more readily be corrected. In general, three models of OCIA are operative today in most Catholic parishes using the Rite. Each of the models conceives of, and practices, Christian initiation differently. This workshop describes these models, discussing their strengths and weaknesses in terms of catechetical, liturgical, and pastoral dimensions.  The result is clarity on how best the OCIA can serve the great work of immersing participants into Catholicism through a process of learning and interiorizing the sacred Scriptures, doctrines, sacraments, prayers, moral traditions, spiritual readings and rich communal culture of the Catholic Church, in order to serve the Father’s provident love in calling each person to the living Body of Christ on earth.

As we move forward, please note that the videos for this workshop were made before RCIA was updated to OCIA. You may notice that the quotes in the videos are from the previous rite book and differ from the current OCIA text. The tasks for this workshop, however, have been updated with the current OCIA language. Even though the OCIA rite book has been updated, the heart of the OCIA process—conversion—has not changed. This workshop is still applicable and beneficial to you and your OCIA process, so that you can better minister to those entrusted to you.

From the ancient Nicene Creed we proclaim that “I believe in one Lord Jesus Christ, the Only Begotten Son of God, born of the Father before all ages.” The mystery of the Second Person of the Trinity is the God Who comes to us to save, redeem, instruct, give us hope and lead us to our promised glory. He is the Way, the Truth and the Life. We do not have a God Who is distant, but a God Who comes to us in the most intimate way. We enter into the mystery of Christ through a living Word, transforming sacramental grace, evangelizing catechesis, and evangelical communities. This workshop will explore how a rich understanding of the means by which people enter into Christ’s life can be fostered in our approaches to ministry. “The Word became flesh and dwelt among us” (John 1:14) to call each individual to God’s loving plan and sure hope in Christ. This talk describes the means to participate in that life.

As we move forward, please note that the videos for this workshop were made before RCIA was updated to OCIA. You may notice that the quotes in the videos are from the previous rite book and differ from the current OCIA text. The tasks for this workshop, however, have been updated with the current OCIA language. Even though the OCIA rite book has been updated, the heart of the OCIA process — conversion — has not changed. This workshop is still applicable and beneficial to you and your OCIA process, so that you can better minister to those entrusted to you.

This workshop will explore the necessary connection of catechesis to the sacramental and liturgical life of the Church in our work as catechists.  The liturgy comes from the “living memory” of the Church, that is, the Holy Spirit (Catechism of the Catholic Church, CCC, 1099).  Through the Holy Spirit working in the liturgy, the truths of the faith are passed on like a special family memory, from generation to generation, down to the present day.  Each time we participate in the liturgy, we receive the treasure of the Deposit of Faith.  But the liturgy is more than a family heirloom – it is reality. It is the place in which “Christ Jesus works in fullness for the transformation of human beings” (Catechesi Tradendae, CT, 23).  As catechists, we have a call: the privilege of ensuring that those we catechize understand and grow in appreciation for this encounter with God.  We bring others into God’s saving work in the liturgy so they too can be transformed by the One Who loves us fully.  We teach about the liturgy to pass on the magnificent inheritance of faith to the next generation, echoing the action of catechists from the centuries before us.  This workshop's creation was made possible through a generous grant by William H. Sadlier, Inc.

“. . . [T]he liturgy is the summit toward which the activity of the Church is directed;  it is also the fount from which all her power flows” (Second Vatican Council, Constitution on the Sacred Liturgy, Sacrosanctum concilium 10).  The liturgy proclaims, celebrates, and actualizes the Father’s loving plan for His people.  The Order of Christian Initiation of Adults (OCIA), or catechumenal process, has three aspects: liturgical, catechetical, and pastoral, of which liturgical is prime. The Church has designed these aspects to promote deep, long-lasting conversion to Christ and a love for the Church.  This workshop will focus on the stages of the modern catechumenal process, which derive directly from the ancient order of catechumens, and the way liturgical graces build and crescendo through the four periods of the OCIA process to make possible the plan of goodness born in the Father’s heart for each believer.

As we move forward, please note that the videos for this workshop were made before OCIA was updated to OCIA. You may notice that the quotes, which appear in the videos, are different than the quotes from the new OCIA rite book. In these videos, or other OCIA workshops, the quotes that appear are from the previous OCIA rite book. The tasks for this workshop have been updated with the new OCIA language. Even though the OCIA rite book has been updated, the heart of the OCIA process has not changed. The heart of the OCIA process is conversion, and this central element remains the same even though the language of the OCIA has been updated. This workshop is still applicable and beneficial to you and your OCIA process so that you can better minister to those entrusted to you. 

Parenting & Families
Core Workshops

“Man cannot live without love. He remains a being that is incomprehensible for himself, his life is senseless, if love is not revealed to him, if he does not encounter love, if he does not experience it and make it his own, if he does not participate intimately in it,” (St. John Paul II, Encyclical Letter The Redeemer of Man, Redemptor hominis 10). The love that we are meant to "participate intimately in" is the love of God. God first loves us, and this love enables us to love God above all things and to love our neighbor as ourselves. St. John Paul II offers a reflection and teaching on human love in the Divine plan through his work called the Theology of the Body. This workshop explores that work, and offers insights on our vocation to perfect love and its relationship to the vocation of marriage and family life. This workshop's creation was made possible through a generous grant by the Our Sunday Visitor Institute.

In the Catechism of the Catholic Church, we hear these beautiful words, “Sacred Scripture begins with the creation of man and woman in the image and likeness of God and concludes with a vision of ‘the wedding-feast of the Lamb.’ . . . The vocation to marriage is written in the very nature of man and woman as they came from the hand of the Creator. . . . Since God created him man and woman, their mutual love becomes an image of the absolute and unfailing love with which God loves man” (CCC 1602–1604). This workshop will reflect on the beautiful, wonderful, and powerful gift that the Sacrament of Marriage is and lead us to a deeper understanding of this sacrament. This workshop can be beneficial to all individuals from all walks of life because of the necessity of understanding the Sacrament of Marriage as God intended. 

“Christ chose to be born and grow up in the bosom of the holy family of Joseph and Mary. . . . In our own time, in a world often alien and even hostile to faith, believing families are of primary importance as centers of living, radiant faith” (Catechism of the Catholic Church 1655, 1656). Jesus’ entrance into a family places a particular emphasis on family life. Parents are the primary educators of their children, and Christian families are primary centers of "radiant faith." The Christian family is the domestic church, because it is in the family that parents and children pray, sacrifice, worship, live charity, and offer the witness of holy lives. This workshop teaches what the domestic church is and how God saves us in and through the family and the community that God has given to us.  This workshop's creation was made possible through a generous grant by the Our Sunday Visitor Institute.

In his Apostolic Exhortation “On the Role of the Christian Family in the Modern World,” Familiaris consortio (FC), St. John Paul II reminds us of the beautiful role of a mother and father: “When they become parents, spouses receive from God the gift of a new responsibility. Their parental love is called to become for the children the visible sign of the very love of God, ‘from whom every family in heaven and on earth is named’” (14). Parenting is not always easy — in fact, it is oftentimes quite difficult, exhausting, and chaotic. Yet, it is a beautiful vocation. When God calls us to it, He longs to equip us for it through our relationship with Him, and especially through our reception of His grace in the sacraments. In this workshop, we will focus, as parents, on the importance of growing in our relationship with God and our love for Him. When we have this loving relationship, we can more effectively raise our children lovingly and lead them into relationship with the One Who loves them most: our Lord Himself. This workshop's creation was made possible through a generous grant by the Our Sunday Visitor Institute.

Pastoral Care Ministry
Core Workshops

“Being in the image of God the human individual possesses the dignity of a person, who is not just something, but someone. He is capable of self-knowledge, of self-possession and of freely giving himself and entering into communion with other persons. And he is called by grace to a covenant with his Creator, to offer him a response of faith and love . . .” (Catechism of the Catholic Church 357). The dignity of the human person dwells in relationship. It resides first and foremost in our relationship with God, Who created us in His image and calls us always to Himself. It resides, as well, in our relationships with others, who share in our humanity. Each of our ministries within the Church includes a call to relationship, and always a call to foster healthy and healing relationships. As we will learn in this workshop, certain communication skills underlie all healthy, healing relationships. Parish ministers are not therapists, but practicing these healthy ways of communicating encourages healthy relationships and can even foster healing amidst those they serve. Let us approach this workshop, then, ever mindful of the precious dignity of those our heavenly Father places in our path, and of the beautiful way in which each person we encounter holds within him or herself the astounding identity of being a child of God.

Empathic listening makes a profound impact on mentoring relationships and in the mentor’s ability to influence effectively someone seeking guidance. When mentors ask good questions, they demonstrate a sincere interest in getting to know those in their care. Such questions orient the relationship towards more authentic sharing, and thereby allows the Holy Spirit to foster spiritual progress and genuine openness to God’s will. This workshop is intended to complement the workshop on asking good questions. Empathic listening is the counterpart skill that enables mentors to truly understand another person intellectually as well as emotionally. As well as addressing the meaning of empathy, we discuss how Jesus provides the superlative pattern for this service to souls. This workshop's creation was made possible through a generous grant by the Our Sunday Visitor Institute.

“Christ chose to be born and grow up in the bosom of the holy family of Joseph and Mary. . . . In our own time, in a world often alien and even hostile to faith, believing families are of primary importance as centers of living, radiant faith” (Catechism of the Catholic Church 1655, 1656). Jesus’ entrance into a family places a particular emphasis on family life. Parents are the primary educators of their children, and Christian families are primary centers of "radiant faith." The Christian family is the domestic church, because it is in the family that parents and children pray, sacrifice, worship, live charity, and offer the witness of holy lives. This workshop teaches what the domestic church is and how God saves us in and through the family and the community that God has given to us.  This workshop's creation was made possible through a generous grant by the Our Sunday Visitor Institute.

Respect Life Ministry
Core Workshops

This workshop offers a summary outline of the basic principles of Catholic morality and how our moral life is rooted, not merely in a code of ethics or a set of rules, but profoundly in the Person of Jesus. It discusses some of the major moral issues we face in our society today, and equips all who teach the faith — whether youth ministers, catechists, Catholic school teachers, and so on — with the tools to establish a sure foundation for right moral thinking, both in themselves and in those to whom they minister.

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